En una tarde cercana a la ciudad de Bernardo de Irigoyen, la desesperación se apoderó de una pareja de padres cuando su pequeña hija experimentó una crisis convulsiva en pleno trayecto. Rápidamente, al descender del autobús, solicitaron auxilio al Escuadrón 12, cuyos gendarmes actuaron con celeridad y profesionalismo.
Los valientes agentes brindaron primeros auxilios a la niña, logrando estabilizar su estado crítico hasta la llegada de la ambulancia. Una vez asegurada la atención médica, el bebé y sus padres preocupados fueron trasladados al hospital local.
En el centro médico, el pelotón de sanidad de la Gendarmería Nacional se reunió con el médico personal del hospital, recibiendo la tranquilizadora noticia de que la pequeña paciente se encontraba bajo observación y fuera de peligro.
La eficiente colaboración entre las fuerzas de seguridad y el equipo médico local resultó crucial para garantizar el bienestar del bebé y aliviar la angustia de sus padres en este dramático episodio.