Pagani distinguió al ITA por un proyecto que transforma baldosas en soluciones urbanas

BA.D.I.A. vuelve a poner en primer plano la tarea de las escuelas experimentales de la UNT, que combinan formación técnica, innovación y compromiso comunitario.

Pagani distinguió al ITA por un proyecto que transforma baldosas en soluciones urbanas
El reconocimiento al Instituto Técnico Aguilares (ITA) vuelve a poner en valor el rol de las escuelas experimentales de la UNT.

El Instituto Técnico Aguilares (ITA) volvió a poner a Tucumán en el mapa de la innovación educativa: el colegio se quedó con el primer puesto del Concurso Nacional «Los Materiales y la Humanidad» gracias a BA.D.I.A., un desarrollo de Baldosas Drenantes, Inteligentes y Autónomas que combina creatividad, tecnología y respuesta concreta a problemas urbanos y ambientales.

La propuesta fue elaborada por los estudiantes Leon Socolsky, Sofía Faccioli y Eowlyn Montenegro, bajo la guía de los docentes ingeniero Lucas Asán e ingeniero Ricardo Amani, quienes también defendieron el trabajo frente al jurado del certamen organizado por el Instituto Sabato, orientado a proyectos de nuevos materiales con impacto social.

Un proyecto que mira la ciudad y el clima

El reconocimiento al equipo se realizó en la sala de sesiones del Honorable Consejo Superior de la Universidad Nacional de Tucumán, en un acto donde el rector doctor Sergio Pagani y la vicerrectora docotra Mercedes Leal recibieron a estudiantes, docentes y familiares, junto a la directora del ITA, Marcela Vaquero.

Participaron además la directora del Consejo de Escuelas Experimentales, licenciada Constanza Guraiib; la secretaria académica, doctora Carolina Abdala; el secretario general, licenciado José Hugo Saab; y el director de la Escuela de Educación Profesional de la UNT, farmacéutico Gustavo Paz, entre otras autoridades universitarias que acompañaron la entrega de la distinción institucional.

Al tomar la palabra, Pagani remarcó que el logro trasciende a los tres alumnos premiados y alcanza a toda la comunidad educativa del ITA: “Han obtenido un premio muy importante, que nos hace sentir realmente orgullosos a todos en la Universidad. Desde la UNT promovemos la excelencia, la creatividad y la dedicación de los chicos, alentándolos a desarrollar sus vocaciones”.

El rector subrayó luego el papel de la educación pública en el proceso que llevó a BA.D.I.A. a lo más alto del podio: “Con el acompañamiento de sus docentes y el apoyo de la universidad pública, estos jóvenes pudieron desarrollar un proyecto con fuerte impacto social. Para nosotros es una enorme satisfacción”.

Desde el lado docente, el ingeniero Amani puso el foco en el carácter integral del proyecto y en la experiencia acumulada a lo largo del trabajo: “Trabajamos codo a codo con los chicos, ayudándolos a integrar conceptos de distintas materias. Es una prueba de que se puede llegar muy lejos cuando hay voluntad de esfuerzo”, afirmó, al tiempo que remarcó que la iniciativa tiene posibilidades reales de ser aplicada en el territorio.

Por su parte, el ingeniero Asán detalló el funcionamiento y el potencial de las baldosas diseñadas: “La baldosa diseñada permite filtrar el agua de lluvia, lo que contribuiría a reducir anegamientos e inundaciones. Además, el proyecto abre la puerta a futuras etapas de investigación para el aprovechamiento del agua filtrada y la incorporación de sistemas de sensores y automatización. Integra las dos orientaciones del colegio: Maestro Mayor de Obras y Técnico Mecánico, y esa combinación es una de sus grandes fortalezas”.

BA.D.I.A. se plantea así como una solución que puede adaptarse a veredas, espacios públicos y sectores críticos de las ciudades, con beneficios ambientales y urbanos y una base tecnológica que permite seguir ampliando sus funcionalidades.

La voz de los y las estudiantes

Desde la experiencia estudiantil, Faccioli explicó el corazón del proyecto y las problemáticas que busca enfrentar: “BA.D.I.A. busca dar respuesta a tres problemáticas centrales: las lluvias intensas y los anegamientos, el efecto de isla de calor urbano y la acumulación de neumáticos fuera de uso”.

En esa misma línea, Montenegro contó cómo surgió la idea que luego se transformó en un desarrollo premiado a nivel nacional: “La idea surgió a partir de observar baldosas de caucho en espacios públicos y pensar nuevos usos para ese material, incorporando electrónica para el monitoreo del agua y la reducción del calor superficial”.

Finalmente, Socolsky sintetizó el orgullo compartido por el grupo al representar a la provincia y a la universidad: “Este proyecto muestra lo que se puede lograr cuando se combinan el apoyo de la universidad pública, el compromiso de los docentes y el trabajo de los estudiantes”.