El ritmo de aumento de los precios mayoristas se desaceleró por tercer mes consecutivo y apuntala la pretensión del Gobierno nacional de que la inflación de abril se ubique en un dígito.
El INDEC informó que el Indice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) aumentó en marzo 5,4%, lo que representa una merma de 4,8 puntos con respecto al 10,2% que se había producido en febrero.
Por la devaluación, en diciembre este indicador se disparó a 54%, y luego cedió a 18% en enero, por lo que el resultado de marzo representa una fortísima caída.
Si bien el IPIM incluye la evolución de los precios de productos nacionales, energía eléctrica, e importados, la desaceleración se explica en gran parte por la estabilidad del dólar.
El informe del órgano estadístico indicó que los productos importados tuvieron una caída de 1,7% el mes pasado, contra el 2,7% que se registró en febrero.
Esta dinámica está fundada en la continuidad de la política de devaluaciones diarias del Banco Central al 2% mensual y la estabilidad de los dólares financieros, cuya cotización acusa el efecto del dólar blend (80% en el MULC, 20% en la Bolsa) para la liquidación de exportaciones.
La desinflación en importados es clave para el freno del costo de vida porque aquellos productos que ingresan al país compiten en mejores condiciones que los locales, pero fundamentalmente se sostiene el precio de los insumos para la producción interna, punto central en la estructura de costos.
La contracara es que esta estabilidad del tipo de cambio lleva a la pérdida de competitividad y al encarecimiento de los precios locales medidos en dólares, lo cual obliga al Gobierno y al Banco Central a calibrar distintas medidas para sostener el equilibrio.
También aportó parcialmente a esta desaceleración el freno en los ajustes de la energía eléctrica. En febrero, por los aumentos tarifarios, este ítem había registrado un alza de 142,7% y en marzo cayó a 12%. Vale mencionar que este es otro factor determinante en los costos de producción de las empresas, pero que en este caso deberán absorber o trasladar en la medida que el mercado lo permita a sus precios finales.
El informe del INDEC señaló además que los productos nacionales en su conjunto en su venta mayorista aumentaron 6,2%, contra 11% del mes anterior. Y los manufacturados lo hicieron 5,8% frente al 10,2% previo.
Con el resultado del marzo, la inflación mayorista acumuló en el trimestre un alza de 37% y en un año 330,6%. En los mismos períodos, la Indice de Precios al Consumidor (IPC) tuvo incrementos de 51,6% y 287,9%. Estas diferencias permiten inferir que el comercio minorista comprimió sus márgenes de ganancia ante la fuerte caída de las ventas. De allí que habrá que observar cuál es el comportamiento de estos actores a medida que mejore el poder adquisitivo de la población porque una firme opción es que intenten recuperar rentabilidad ralentizando la baja inflacionaria.
Estos datos conforman una buena base para que la inflación de abril sea de un dígito, lo cual empieza a ser anticipado por las consultoras privadas.
Un reciente trabajo de Eco Go indicó que el precio de los alimentos subió apenas 0,2% en la segunda semana de abril y en consecuencia la proyección mensual daría un alza de 8,9%.
Un panorama similar esbozó LCG, que según su medición semanal en la segunda del mes los alimentos se movieron 0,2% la variación más baja desde el inicio de julio del año pasado.
En tanto, para la Fundación Libertad y Progreso los precios subieron 6,5% en los primeros 15 días y el acumulado de las últimas cuatro semanas muestra un avance de 9,5%.