Ubicado en uno de los rincones más emblemáticos de la Patagonia argentina, el Hotel Llao Llao ofrece mucho más que alojamiento de lujo. Su famoso Té Llao Llao, servido cada tarde en el elegante Winter Garden con vista al lago Nahuel Huapi y a las montañas nevadas, se ha convertido en una experiencia imperdible para quienes visitan San Carlos de Bariloche.

El servicio, que puede verse en detalle en el video publicado en Youtube por “Bajoneando por hay”, no es una simple merienda, sino una experiencia gourmet, con atención al detalle y un entorno de postal. El precio que pagó el creador de contenido fue de $74.000, siendo así una de las opciones más caras del país.
¿Qué incluye el Té Llao Llao?
La propuesta es abundante, variada y se presenta con una estética cuidada, muchas veces en torres de varios pisos o en formato buffet individual.
Parte salada: bocados con identidad gourmet
La experiencia comienza con una selección de sándwiches y bocadillos tipo finger food:
- Sándwiches de lomito ahumado con rúcula y queso
- Bagels de salmón ahumado
- Opciones con jamón crudo o cocido y queso
- Alternativas vegetarianas con tomate, espinaca y queso
- Scones de queso, tibios y recién horneados
Parte dulce: el corazón del ritual
La sección más celebrada del Té Llao Llao está dedicada a la pastelería artesanal:
- Porciones de tortas como cheesecake con frutos rojos, mousse de chocolate y torta de limón
- Macarons de sabores variados, con especial destaque para el de dulce de leche
- Scones dulces con mermeladas caseras de frutos patagónicos y queso crema
- Tartas frutales con productos de estación
- Postres regionales como el de saúco, una fruta silvestre típica de la zona
Bebidas para acompañar
Cada comensal puede elegir dos infusiones entre una amplia carta de tés en hebras, café o chocolate caliente. Además, se suele incluir:
- Limonada o jugos naturales
- Una copa de espumante para brindar y cerrar la experiencia con un toque festivo
Más que una merienda: una experiencia
El Té Llao Llao se disfruta tanto por el paladar como por la vista. Las paredes vidriadas del Winter Garden permiten contemplar el atardecer sobre el lago mientras se saborean delicias cuidadosamente elaboradas. El ambiente es sereno y elegante, ideal para parejas, familias o quienes buscan un momento de relax y distinción en uno de los hoteles más icónicos de Argentina.