El campo registró un nuevo récord: fueron US$3164 millones en julio último, y en lo que va del año ya suma US$22.309. El problema es que las divisas que salen por importaciones son superiores, por lo que el desbalance comienza a comprometer a toda la economía. De todas maneras, los ingresos superan las reservas con las que cuenta el Banco Central.
En este sentido, durante el primer semestre del año, la agroindustria ingresó US$19.144 millones pero salieron US$41.284 millones, 44,4% más que el año pasado.
“Las reservas netas en el Banco Central son US$2.800 millones. La balanza comercial de la Argentina es negativa en US$ 18.000 millones; sin los dólares del campo, la economía no puede funcionar”, dijo Jorge Lanata este domingo en su programa Periodismo Para Todos (PPT). Esto significa que entre lo que vende y compra al mundo nuestro país presenta números negativos.
El periodista también detalló que desde que se firmó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gasto público subió 19% real y los ingresos 8%.
En este contexto, se espera que el flamante ministro de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Sergio Massa, impulse incentivos en el tipo de cambio para que los productores agropecuarios vendan este mes unos US$2.000 millones de los granos de la última cosecha. Aunque ya se adelantó que no reducirá las retenciones.
Año histórico, tendencia decreciente
La liquidación de julio informada por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan el 48 % de las exportaciones argentinas, evidencia un nivel nunca registrado en los primeros siete meses del año y es 10% superior al mismo período de 2021. Sin embargo, es un 17% menos que en junio (US$3815 millones), y un 10% por debajo de julio de 2021 (US$3520 millones).
“El ingreso mensual de divisas, transformadas en pesos, es el mecanismo que permite seguir comprando granos a los productores al mejor precio posible. La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial”, explicaron desde CIARA-CEC.
Y agregaron: “La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, por lo que no existen retrasos en la liquidación de divisas”.
De esa manera, el total de las divisas ingresadas mensualmente quedan en poder del Banco Central. A los exportadores se les entregan pesos, al tipo de cambio oficial, para que realicen las operaciones de compra y venta de granos en el mercado nacional.
Es por ello que los productores se niegan a vender sus granos. En el marco de la devaluación del peso eligenmantener sus activos físicos. Por eso, diversos analistas económico-políticos consideran clave ofrecer mejores condiciones a los agricultores para que vendan su producción, y así ingresen más divisas a la economía.
Sucede que aunque aún quedan por cosechar unas 15 millones de toneladas de maíz, el fuerte se detiene hasta noviembre, con la cosecha de trigo, y hasta fines del próximo verano que no volverá a cosecharse soja, ni el maíz que recién se está empezando a sembrar.
Por otro lado, Ciara-CEC reconoce que la exportación de granos también vio afectada por situaciones extras. “Los efectos climáticos negativos sobre la cosecha gruesa, así como los cortes de ruta y manifestaciones de transportistas autoconvocados impidieron el ingreso de miles de camiones a los puertos. Esto profundizo la capacidad ociosa de la industria de molienda de soja que sigue trabajando con márgenes negativos aun en plena campaña gruesa. A su vez, los retrasos de recupero de IVA de exportación están disminuyendo la capacidad de pago del sector exportador”, puntualizaron.
