Funcionarios argentinos recibieron a un equipo técnico del Fondo Monetario Internacional, quien revisan las metas del acuerdo correspondientes al tercer trimestre. Además, se evalúa cómo será el próximo giro: se espera que haya un desembolso de casi USD 5.800 millones para Navidad.
Los representantes del organismo llegaron la semana pasada con el objetivo de “cerrar cuentas” pendientes. Durante la reunión de septiembre se había aprobado un giro porque se habían cumplidos los objetivos de fines de junio, pero entonces también se habían proyectado algunos números preliminares del tercer trimestre.
El seguimiento se hace sobre tres ejes puntuales: acumulación de reservas como el principal, la reducción de déficit primario y el límite a la emisión monetaria para financiar al Tesoro. Asimismo, se analiza la deuda flotante (pagos atrasados), mínimos de recaudación y de gasto social y un tope a la intervención del Banco Central sobre el dólar futuro.
“Vino un grupo de técnicos para seguir los números de la tercera revisión que incluye el cuarto trimestre los números del 30 de septiembre y los de fin de año que van bien. Habrá reuniones de manera virtual y presencial, pero no es una misión”, señalaron fuentes del Gobierno. Sin embargo, la visita oficial sería en diciembre.
Como el directorio sesionó luego del 30 de septiembre -fecha de terminación del tercer trimestre- el número de reservas que fue tomado en consideración fue el de ese momento -no el de fines de junio (con un acopio de divisas con 300 millones de dólares menos que el solicitado) - y como en esa instancia el Banco Central había pasado el objetivo por más de USD 1.000 millones por el ingreso de divisas del dólar soja, el saldo terminava siendo favorable.
Por otro lado, la Casa Rosada no pudo cumplir en la segunda revisión con el piso de recaudación tributaria, aunque por un margen mínimo: fue a fines de junio de $5,169 billones cuando el mínimo previsto en el acuerdo era de $5,179 billones, es decir, por unos $10.000 millones.
En qué se enfoca el FMI en esta visita
Como el número de reservas ya fue revisado por el directorio, el staff técnico se concentra en la reducción del déficit primario. El número máximo acordado de rojo fiscal sin contar intereses de deuda era de $1,156 billones. Se prevé que el Ministerio de Economía haya cumplido con eso, ya que los números fiscales oficiales mostraron que a fines de septiembre esa variable fue de $1,096 billones.
Todo apunta al dólar soja como responsable del sobrecumplimiento. “El esquema transitorio de dólar soja permitió aumentar exponencialmente la recaudación (con derechos de exportación -retenciones- que crecieron al 222% real anual en septiembre)”, señalaron.
En cuanto a la meta del límite de asistencia monetaria al Tesoro es la que mejor le sienta al Banco Central, incluso el Ministerio de Economía propuso recortar más de lo previsto: desde 1% del PBI hasta 0,8 por ciento.
“La operación (dólar soja) resultó expansiva en $1,1 billones. Si bien esto no se computa para la medición de la meta de emisión monetaria, puesto que no se destinó a financiar al Tesoro, sí tiene impactos en la cantidad de dinero que circula y, por tanto, en los precios. Es de esta forma que el dinero emitido que no sea demandado por el público se sumará al stock de pasivos remunerados del BCRA (Leliq), por los que hoy se paga una tasa del 107% efectiva anual”, explicaron desde la Facultad de Económicas de la UBA.
Qué pasa con la deuda flotante
Por el nivel de pagos atrasados que acumula la administración nacional, de acuerdo a los datos de la Tesorería General, en septiembre la deuda flotante fue de $841.000 millones, contra los $713.000 millones de agosto y $717.000 millones de julio. En el acuerdo el tope establecido para el tercer trimestre es de $654.000 millones.
Cabe aclarar que la primera cifra incluye a toda el sector público nacional, no solo a la administración central y, además, tiene en consideración algunos elementos que engrosan ese número.
Desde el FMI hablaron de lo “grave” que llegó a ser esa y cómo entre julio y agosto el Ministerio de Economía había acelerado la cancelación de esos pasivos. Para el FMI, parte del cumplimiento de la meta fiscal de fines de junio estuvo apoyada en ese incremento de pagos atrasados.
Además, el organismo calculó que a fines de junio la deuda flotante había ascendido hasta unos $800.000 millones y que desde ese momento hasta mediados de septiembre cayó hasta unos $530.000 millones.
En cuanto a las reservas, el ministro Sergio Massa aseguró recientemente que el Banco Central terminaría el año con unos USD 6.000 millones de reservas netas acumuladas, en línea con los USD 5.800 millones previstos en el programa.