En las primeras operaciones de este jueves, el dólar continúa bajo presión lo que obligó al Banco Nación ajustar su cotización en $ 1.300 para la compra y $ 1.350 para la venta, con un salto de $ 25 con relación al último cierre.
El resto de los bancos acompañó la tendencia y de esta forma el precio para los minoristas es de $ 1.310 y $ 1.360 para ambas puntas, tomando el promedio de las instituciones más importantes.
Por su parte, el mayorista está operando en $ 1.325 y $ 1.330 mientras que el “blue” se ajusta a $ 1.315 y $ 1.335.
En la plaza financiera el MEP vale $ 1.346 y el Contado con Liquidación $ 1.344.
De esta manera el tipo de cambio aumenta más de 11% en julio, lo que provoca que se acerque al techo de la banda fijado por el Banco Central. De acuerdo a lo informado a principios de abril, en este momento el sendero de precio del dólar tiene un tópico superior de $ 1.449 y un inferior de $ 966.
Según reportan operadores del mercado, el Gobierno está interviniendo en el mercado de bonos y de dólar futuro para frenar la escalada del billete.
De todas maneras, la cotización a fin de agosto sube más de 2% y se establece en un valor de $ 1.380.
A principio de julio, molesto por las quejas sobre un eventual atraso cambiario, el Ministro de Economía, Luis Caputo, lanzó un desafío: “Si te parece barato, compra campeón; no te la pierdas”.
Desde ese momento el dólar subió más de 10% generando una buena ganancia a quienes “tomaron el consejo”.
En el mercado de tasas se observa una baja a la zona de 45% pero no es suficiente para contener la divisa.
En medio de esta escalada el vocero presidencial, Manuel Adorni, publicó un posteo en redes sociales: “Hay un sector que sigue sin comprender el verdadero poder del superávit fiscal”.
Adorni, quien no ofrece conferencia de prensa desde la semana pasada, no dio precisiones sobre a qué se refería.
Por un lado puede interpretarse, “la apuesta del mercado” a una devaluación violenta del dólar y por eso la demanda, o bien puede ser un dardo para los gobernadores que pueden trabar el veto presidencial y que mantiene el impulso a leyes que incrementan el gasto.