El ministro de Economía, Luis Caputo, regresa desde los Estados Unidos luego de recibir elogios y respaldo institucional, pero sin haber obtenido financiamiento adicional para salir del cepo y afrontar un calendario de vencimientos de deuda por demás exigente durante lo que resta de 2024.
De esta forma, cada vez toma más cuerpo la idea de un sector de los analistas económicos que sostienen que el levantamiento de las restricciones cambiarias se demorará hasta fin de año o el inicio de 2025.
Sin un nuevo programa con el FMI que incluya un desembolso de fondos frescos, la Argentina deberá hacer frente a un exigente calendario de pagos, que sólo en los próximos seis meses le demandará más de U$S 16.000 millones.
Si bien durante este período se espera el ingreso de los dólares de la cosecha, las cuentas que se hacen en Economía no dan mucho margen de maniobra.
Los pagos que vienen
A fin de abril se le deberá girar al FMI US$ 1.936 millones cuyos vencimientos fueron prorrogados a la espera de una mayor acumulación de reservas. En mayo los compromisos en dólares en moneda extranjera alcanzan a US$ 1.186 millones, según un reciente trabajo de la Oficina de Presupuesto del Congreso Nacional (OPC). Para ese pago habrá un alivio por el desembolso de US$ 790 millones que realizará el FMI tras haber cumplido con los objetivos al primer trimestre. El dinero corresponde a la octava auditoria del programa en curso y durante su presencia en Washington Caputo pudo demostrar que no hubo desvíos.
En junio, la situación se observa más aliviada con pagos por U$S 382 millones, pero en julio y agosto se disparan los compromisos con pagos por US$ 6.532 millones y US$ 5.239 millones. En tanto, los vencimientos de septiembre llegan a US$ 810 millones.
Frente a este panorama y la intransigencia del FMI, al Gobierno nacional y en especial al Banco Central no le queda otra salida que seguir acumulando reservas y para ese objetivo el cepo cambiario cumple un rol determinante.
En ese sentido la autoridad monetaria hoy tuvo un resultado neutro en el mercado de cambios, pero en lo que va de abril ya acumuló US$ 2600 millones.
El análisis del FMI sobre la gestión Milei
La directora gerenta del FMI, Kristalina Georgieva, destacó que el programa que está implementando el presidente Javier Milei está dando resultados positivos e incluso reconoció que la inflación “está bajando más rápido de lo que habían previsto”.
Por su parte, Caputo posteó una foto con la segunda del organismo, Gita Gopinath, luego del encuentro que mantuvieron en Washington destacando que fue un diálogo “positivo”.
Más tarde, el director del Hemisferio Occidental, Rodrigo Valdés, confirmó que “las metas del programa fueron alcanzadas con márgenes importantes”, pero también le dejó un mensaje al Gobierno por el dólar: “las políticas deben ser consistentes y eso incluye el nivel del tipo de cambio real para salvaguardar la estabilidad y lograr la acumulación de reservas”.
Sin embargo, hasta el momento el clima de buenos augurios no se transformó en hechos concretos, incluso Valdés eludió una consulta directa sobre cuán viable es la implementación de un nuevo programa.
El trato directo entre Caputo, Georgieva y Gopinath tendrá un nuevo capítulo en la primera quincena de mayo cuando se inicie formalmente el proceso de la nueva revisión del programa.
Pero además de la frialdad de las instituciones multilaterales, por el momento Caputo no pudo avanzar en lograr algún tipo de respaldo por parte del sector privado, que muestran un ánimo similar al del FMI: destacan el rumbo que adoptó la Argentina, pero aún esperan que se consolide y se sostenga en el tiempo para abrir la mano.
La respuesta de los mercados
Pese a este escenario, la plaza local del dólar continuó en calma. El dólar blue se mantuvo en $ 1.025, mientras que el MEP culminó en 1.024 y el Contado con Liquidación en 1.066,54.
La alarma para al Gobierno, y un punto a mirar por el mercado de cambios, llegó desde la Bolsa de Comercio de Rosario, que estimó una caída por debajo de los US$ 30.000 millones para las exportaciones del agro.
Esta corrección se produce por el efecto de la chicharrita sobre el maíz y la caída de los precios internacionales de los principales cereales de exportación.
La plaga sobre el maíz redujo a 50,5 millones de toneladas esta producción, lo que significa una baja de 11%, mientras que la caída de las cotizaciones llevaron al cálculo total a un valor de cosecha de US$ 29.300.
Este es un indicador seguido de cerca por los analistas, dado que además de ser un canal proveedor de dólares para el BCRA alimenta los mercados del Contado con Liquidación y el MEP.