Cerca de los 30 minutos del primer tiempo del partido entre Boca y Corinthians, Pol Fernández recibió un codazo por parte de Raúl Gustavo dentro del área, y el árbitro Andrés Matonte fue a revisar la jugada con el VAR, para luego dar el penal al local.
El golpe fue más que notorio, de hecho, el jugador de Boca, terminó con sangre en la boca tras la jugada.
Mientras los jugadores del equipo brasileño reclamaban la decisión del árbitro, Darío Benedetto se preparaba para patear el penal.
Finalmente, el encargado de ejecutar el tiro se perdió lo que era el primer gol del encuentro, cuando la pelota dio en el palo izquierdo del arquero Cassio. Boca mantiene el control del partido pese al yerro del delantero.