En una de las demostraciones de poderío más grandes del Mundial de Qatar 2022, la Selección de Portugal goleó por 6-1 a la Selección de Suiza y avanzó cómodamente a los cuartos de final de la cita mundialista, donde se enfrentarán a la Selección de Marruecos, que viene de eliminar a España en penales.
Con Cristiano Ronaldo inicialmente en el banco, su reemplazante, Gonzalo Ramos, marcó un triplete con mucha categoría. El capitán, Pepe, Raphael Guerreiro y Rafa Leao complementaron la gran actuación de Ramos con un gol cada uno para materializar la goleada. Akanji descontó para los suizos.
El resumen de Portugal - Suiza
Los portugueses salieron a comerse la cancha desde el minuto uno del encuentro, y dejaron implícito que lo que se avecinaba para el conjunto “Relojero”, no iba a ser bien recordado en la historia de sus actuaciones mundialistas. El joven jugador del Benfica, Gonzalo Ramos, comenzó su hat-trick con un bombazo al primer palo de Yann Sommer.
Con el partido una vez abierto, el histórico zaguero, Pepe, se elevó en los aires con sus 39 años encima para asestar un cabezazo a quemarropa que amplió la ventaja del equipo ibérico.
Ya en la segunda mitad, un desborde notable del lateral derecho, Diogo Dalot le sirvió en bandeja de plata el doblete momentáneo a Ramos, que la punteaba para superar al arquero suizo.
Ya ante un equipo totalmente desarmado y de contra, Raphael Guerreiro llegó hasta el corazón del área gracias a un juego colectivo sublime de los portugueses, y definió sin piedad al arco rival.
Brevemente, un rayo de esperanza para los suizos se coló en el Lusail, luego de que el defensor, Manuel Akanji, aprovechase un rebote y marcase el descuento con el arco libre para poner el 4-1 parcial.
Sin embargo, las intenciones leves y utópicas de Suiza por remontar serían aplastadas poco después por la soberbia definición de Gonzalo Ramos que puso el 5-1.
Cuando uno pensaría que el partido concluiría con semejante gol, Rafael Leao supó dejar su marca en pocos minutos de cancha, poniendo un bombazo de cara interna y al segundo palo para hundir aún más el barco suizo.
