Jonathan Leyes podría ser tranquilamente uno de los mayores ejemplos de sacrificio y superación que dejaron los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018, los cuales cursan este miércoles su anteúltimo día de competencia.
El joven de 17 años fue el único representante de Corrientes y, a pesar de no haber conseguido medalla, tuvo un gran papel en levantamiento de pesas: terminó cuarto en la general tras levantar 215 kilos, batiendo tres récords argentinos. Sin embargo, su historia comenzó mucho antes, y la misma está repleta de dificultades.
Oriundo de la ciudad de Corrientes, en una casita humilde ubicada al fondo de uno de los pasillos del barrio Río Paraná, "Yoni" creció acostumbrado a esforzarse para lograr sus objetivos. Cada vez que llovía y la entrada de su casa se inundaba de barro, debía salir con bolsas en las zapatillas para ir a entrenar, hasta que su mamá le pudo comprar un par de botas.
El sacrificio continúa a día de hoy, a pesar de que ya es un atleta olímpico. Cuando no está afuera por algún evento deportivo, sale bien temprano de su casa a entrenar y vuelve recién a la noche. Además, cuando puede aprovecha para seguir estudiando, ya que actualmente tiene poco tiempo libre por la exigencia de la alta competencia.
Por otra parte, el apoyo del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) no es suficiente: la beca de $5.500 que le depositan cada dos o tres meses no le alcanza para nada más que los gastos básicos. Y eso implica una dificultad extra para que sus seres queridos puedan viajar a verlo competir.
"Cada vez que tiene que viajar, juntamos lo que podemos entre sus abuelos, yo y lo que él guarda de su beca para que no viaje sin nada. Hay veces que no llegamos y él va igual", comentó Rosa, su madre, en declaraciones publicadas por Radio Dos.
A pesar de todos estos obstáculos, el pesista correntino ha ido construyendo una carrera formidable para su corta edad. A los 15 años se consagró por segunda vez Campeón Nacional de Levantamiento Olímpico de Pesas, usando un par de zapatillas rotas porque no tenía dinero suficiente para comprarse otras.
El pasado domingo, luego de competir contra los mejores del mundo y obtener un meritorio diploma olímpico, Leyes expresó con toda su alegría: "Son dos récords más para mi provincia y mis seres queridos".
Para demostrarle el orgullo que representa para la provincia y para toda su familia, su mamá tiene esperado un recibimiento especial para cuando su hijo vuelva a casa. Ya publicó un pedido en Facebook para que la acompañen a darle la bienvenida a "Yoni" el próximo viernes, en la bajada del puente.
"Con tan poco llegó tan lejos así como él demostró y sigue demostrando hasta donde llegó, ojalá que así lo reciban y que no sea como estos cuatros años, yo sola con mi familia y amigos esperando a que él llegué en el aeropuerto o en la terminal. Siempre digo él que deja todo en el podio que da lo mejor, y nadie viene, siempre es lo mismo y tengo fe y creo que esto va a cambiar. Yo cuento la historia de mi hijo como mamá y porque yo vivo el día a día con él", escribió Rosa Leyes.
Mientras tanto, Jonathan sigue esforzándose día a día para escribir más páginas de gloria en su sacrificada historia personal.