Un picnic parisino en plena ciudad de Córdoba: el emprendimiento que nació con la necesidad de cambiar de vida

Carolina lanzó un servicio muy particular que apunta a “crear recuerdos”. De qué se trata Dolce far Niente y por qué deja un importante mensaje a quienes desean emprender.

Un picnic parisino en plena ciudad de Córdoba: el emprendimiento que nació con la necesidad de cambiar de vida
Cada detalle está pensado para quienes contratan el servicio. Tanto los aromas, como los bordados.

Carolina tiene 40 años y es representante legal de un colegio privado de Córdoba. Este año, decidió dejar su rutina atrás y se animó a emprender con un servicio muy particular. “Dolce far niente” ofrece picnics parisinos en plena capital, creando una ambientación y un menú que te harán viajar a la ciudad del amor.

Dolce far niente es “el placer de no hacer nada”, así lo indica su traducción del italiano y así lo encara Carolina quien brinda la posibilidad de “crear bellos momentos” a través de un servicio de picnic que puede instalarse en diferentes puntos de Córdoba.

La propuesta abarca la decoración; juegos de croquet, naipes y dominó; un dispenser de limonada, balde de pochoclos y una conservadora con hielo; y las fotos del momento. El combo tiene un valor de 12 mil pesos y, con la oferta gastronómica incluida (con baguettes, croissant y frutas y verduras de estación), es de 18 mil.

Carolina y su emprendimiento.
Carolina y su emprendimiento.

Todo ocurre bajo una misma línea estética y ningún detalle queda al azar. “La idea del picnic es que sea íntimo, que se convierta en un recuerdo único y memorable”, manifestó Carolina a Vía Córdoba. En la entrevista, la emprendedora detalló cómo comenzó el negocio y por qué es tan importante en su vida.

DOLCE FAR NIENTE, UN ESCAPE DE LA RUTINA

Dolce... nació desde la audacia y la necesidad de escaparse del agobio de la rutina. Fue así que Carolina hizo caso a sus gustos y a los comentarios de sus amigos, y puso en marcha una idea diferente que respondía a su pasión por el diseño.

El picnic promete un viaje hacia París sin necesidad de pasajes.
El picnic promete un viaje hacia París sin necesidad de pasajes.

“Siempre trabajé de lo mismo y me animé a romper ese esquema, porque esto me da paz. Es lo que siempre quise, así que me escuché y hoy lo estoy haciendo. El costo-beneficio de levantarme y estar contenta con cada uno de estos trabajos, es hermoso”, manifestó al respecto Carolina.

Sin embargo, reconoció que salir de la rutina y animarse a emprender en este contexto económico no fue nada sencillo. “Lo vengo pensando hace mucho y me voy largando de a poco, pero es lo que me gusta hacer y apuesto a esto”, sumó.

LAS PRIMERAS IMPRESIONES, EL MOTOR DE DOLCE FAR NIENTE

“Tuve la suerte de viajar mucho y el picnic es algo que se hace en París, Londres, la Campiña, y es algo muy coqueto. Yo lo venía haciendo para mí y para mi gente, y después, la amiga de una amiga me preguntó si se lo ofrecía y decidí largarlo”, recordó de aquella primera “compra”.

El primer servicio que ofreció Carolina y que la impulsó a apostar por su sueño.
El primer servicio que ofreció Carolina y que la impulsó a apostar por su sueño.

Esas primeras respuestas positivas la impulsaron a difundir mucho más su proyecto hasta crear una marca. Dolce far niente no sólo significa una retribución económica sino que apunta a esa necesitad de apostar y confiar en los habilidades propias.

“Cuando uno hace lo que le gusta, te llena de otra forma. En mi trabajo ya cumplí mi ciclo y quiero comenzar con esto nuevo. Esto es confiar en que si uno hace cosas con amor, ese amor vuelve. Me costó mucho creer en esto pero es algo que me satisface y me permite crecer”, apuntó.

EL OBJETIVO DE LA APUESTA CORDOBESA

“Con Dolce busco dejarte un bonito recuerdo. La hemos pasado tan feo en la pandemia, que el picnic te invita a la reunión, a conocer más lugares de Córdoba; y que el otro tenga un momento grato, me llena muchísimo”, explicó Carolina.

Los picnic suelen realizarse en el Parque del Chateau.
Los picnic suelen realizarse en el Parque del Chateau.

Es así que Dolce está impulsada por la convicción del “escucharse a uno mismo” y bajo la delicadeza del detalle. “Siempre trato de que los picnics sean bien personales: pregunto colores preferidos, aromas, nombres para los bordados. Tengo todo muy presente para que ese momento sea memorable”, cerró.

Cada detalle está pensado para quienes contratan el servicio. Tanto los aromas, como los bordados.
Cada detalle está pensado para quienes contratan el servicio. Tanto los aromas, como los bordados.