Trabajó en la Policía de Córdoba, denunció acoso y la echaron: lucha para que le otorguen su jubilación

Mariela Neira se quedó sin nada: la dejaron sin trabajo y sin jubilación pese a sus 16 años en la fuerza. En diálogo con Vía Córdoba detalla su lucha y acusa a la institución de “defender acosadores”.

Trabajó en la Policía de Córdoba, denunció acoso y la echaron: lucha para que le otorguen su jubilación
Trabajó 16 años en la fuerza y fue dada de baja tras denunciar por acoso a su jefe.

El caso de Mariela Neira resonó en Córdoba en 2021 después de que, cansada de no recibir respuestas, expusiera su situación en los medios. La mujer policía fue pasada a retiro después de denunciar a su jefe, el Comisario Mayor Elías Mauricio Mielgo, por acoso sexual, hostigamiento y amenazas.

Ante la trascendencia del hecho, Mielgo envió una carta documento a un periodista y legislador de Córdoba por la cobertura del caso. Actuación que fue penada por la Jefatura de Policía de Córdoba, que decidió pasar a retiro -en 2021- al comisario por su ataque a la “libertad de prensa”.

Mielgo fue ascendido de rango en la Policía de Córdoba. El año pasado fue denunciado por acosar y abusar de una compañera de trabajo.
Mielgo fue ascendido de rango en la Policía de Córdoba. El año pasado fue denunciado por acosar y abusar de una compañera de trabajo.

“Lo más triste fue que a él lo pasaron a retiro no por lo que yo denuncié sino por las cartas documentos que mandó al periodista y al legislador”, lamentó Neira y explicó: “A Mielgo lo pasaron a retiro, él sí cobra una jubilación. A mí me dieron la baja y no la cobro por más de que trabajé 16 años en la fuerza”, completa.

Neira presentó denuncias a sus superiores, al Tribunal de Conducta Policial y a la Justicia de Córdoba. Sin embargo, nunca hubo avances sino todo lo contrario: la echaron de la fuerza, la despojaron de ingresos y, según su relato, instalaron una mala imagen de ella en la localidad de Isla Verde, lo que le impidió volver a conseguir trabajo.

Denuncia penal.
Denuncia penal.

Acá quedé muy mal vista, instalaron que fui una mala funcionaria, que tenía muchas carpetas médicas pero todas estaban fundadas con sus correspondientes certificados médicos”, manifestó Neira.

Con uno de sus hijos menor de edad y con su padre a cargo, Mariela lucha para que la Policía de Córdoba le reconozca sus años de trabajo y le den la correspondiente jubilación. “Pido que alguien me ayude, que la jefa de Policía Liliana Zarate Belletti se ponga en mi lugar”, rogó.

Un calvario en la comisaría

“Desde que ingresé a la Policía viví situaciones de acoso pero lo de Mielgo era algo que no aguantaba más. Él aprovechaba los momentos que estaba sola para manosearme, siempre me agarraba por atrás. Me mandaba mensajes de su miembro, nunca me dejó trabajar tranquila”, recordó Mariela.

La oficial asegura que, en abril de 2018, Mielgo le comunicó que sería trasladada a la comisaría de Corral de Bustos. “Él no estaba de acuerdo con la pareja que tenía en ese momento y por eso me quiso trasladar”, aseguró.

Tras denunciar a su jefe, le dieron la baja y no puede percibir una jubilación.
Tras denunciar a su jefe, le dieron la baja y no puede percibir una jubilación.

Ante la negativa, comenzaron los hostigamientos y amenazas contra Mariela. “Días después, armaron todo para darme una carpeta psiquiátrica y la posterior baja. Yo no pedí esa carpeta, Mielgo preparó todo para que sea así”, explicó.

Una cuestionable baja

Posteriormente, Neira fue despedida. “Me notificaron la baja después de que denuncié a Mielgo, el 26 de abril de 2019, con la justificación de las carpetas médicas. Pero no me correspondía la baja, me correspondía retiro seguido de jubilación, porque yo tengo 16 años de antigüedad, aparte me encontraba trabajando en tareas no operativas porque Mielgo hizo que me pasaran la carpeta psiquiátrica. Mi baja fue toda armada”, reclamó.

En la fuerza, siempre salvan al acosador con jerarquía. Y a mí nadie me preguntó si estaba bien, cómo me sentía, nada”, expresó y sentenció: “Lo que a mí me hicieron fue todo fuera de la ley; incluso con pruebas, terminé perjudicada y quien me acosaba se benefició”.

Y concluyó: “Hace rato que le escribo a Alejandra Vigo, Natalia de la Sota, a la Jefa de Policía y nunca me quisieron atender. Incluso, le hablé al ministro de Seguridad Mosquera y no obtuve respuesta”.