Estudiar y trabajar en simultáneo no es algo sencillo y jóvenes que nacieron o vienen a Córdoba viven esta situación. Este fue el caso de Gregorio Rodríguez, quien terminó la universidad mientras jugaba para Instituto.
En diálogo con Vía Córdoba, el delantero de 24 años que defiende los colores de la Gloria reveló cuáles fueron los tres hábitos claves que le permitieron culminar sus estudios y seguir mejorando en el fútbol.
Qué estudió Gregorio Rodríguez mientras jugaba en Instituto
Rodríguez egresó de la Licenciatura en Administración en la Universidad Siglo 21 a través del cursado que mezclaba las modalidades presencial y virtual. Al finalizar la secundaria, el adolescente tuvo una experiencia laboral que le hizo saber en qué formarse.
“Trabajé en estudio administrativo de bares gastronómicos por seis meses cuando terminé la secundaria”, explicó aquel chico que estaba dando sus primeros pasos en Primera División
“Me gustaba, empecé a averiguar facultades y encontré la oportunidad de hacer virtual y semipresencial, que se complementaba con mi vida en el fútbol, contextualizó.
Instituto y universidad: los hábitos claves de Gregorio Rodríguez
Luego de años de estudio, Rodríguez se recibió en el primer semestre de 2024 y lo celebró con su familia, amigos, amigas, pareja y compañeros de fútbol. Sin embargo, nada de esto hubiera sido posible sino fuera por tres mandamientos propios.
“La disciplina, el ser constante y el ser organizado dentro y fuera de la cancha”, enumeró sobre los tres hábitos que lo ayudaron a recibirse mientras se consolidaba en el plantel de Instituto. “Si alguno de ellos fallaba, no creo que me hubiese recibido”, reconoció entre risas.
Por otro lado, el ahora licenciado en administración Rodríguez destacó la importancia de formarse a nivel profesional más allá del deporte. “Estudiar te da herramientas para el día del mañana”, dijo en primera instancia.
Por qué estudiar en paralelo al fútbol: la opinión de un jugador de Instituto
Luego, ponderó que el recorrido del futbolista es relativamente corto: “Es una carrera que dura 15 a 20 años como mucho”. Por ello, y sin saber si iba a lograr continuidad en el fútbol, apostó por la universidad.
“Te da herramientas para poder hacer algo luego del fútbol. Tener una vida ocupada fuera y después del deporte es difícil”, palpitó. Además, destacó uno de los grandes aportes que le dio este ámbito.
”Adquirís recursos cognitivos que te permiten poder pensar en otra cosa más allá del fútbol. Te movés en un ambiente diferente al que estás acostumbrado, compartís con personas que son de otro palo y te abre mucho la cabeza”, cerró.