Con el apoyo de su gente, que colmó una de las cabeceras del Coloso Marcelo Bielsa, Talleres busca el pase a los octavos de final de la Copa Argentina frente a Colón. Partido interrumpido en un par de ocasiones durante la primera etapa, por disturbios por parte de la parcialdidad del Sabalero. Y antes del encuentro hubo represión policial contra parte del público Albiazul.
Hinchas de Colón se treparon al alambrado permietral detrás del arco que ocupaba Guido Herrera, arquero de Talleres. Y arrojaron bombas de estruendo, por lo el árbitro Nicolás Ramírez frenó las acciones a los 10 minutos. Y tuvo que hacerlo otra vez a los 28, por más tiempo.
EL AGUANTE DE LOS HINCHAS DE TALLERES
Talleres dispuso de 10 mil entradas, entre populares y plateas, para el partido con Colón. Y una de las cabeceras del estadio de Newell’s se vio colmada en sus dos bandejas, tapizadas por una multitud de banderas Albiazules.
Antes del partido se produjeron corridas en las afueras del estadio, con parte del público de Talleres y efectivos policiales del control de seguridad.