Talleres, vos no ganaste nada

Solamente llegó a una final y la perdió por penales con Boca. Y es escolta de River. Y antes, había caído ante Colón que después fue campeón. Nada.

Talleres, vos no ganaste nada
Los penales, que no son sólo suerte y pueden resultar injustos, dejaron a Talleres sin una copa que ansiaba levantar (Facundo Luque).

Muchos piensan (pensamos) que ya es hora de que Talleres gane un título. Y el miércoles por Copa Argentina se presentó una oportunidad tan propicia, que difícilmente vuelva a darse. Y podría haberse coronado campeón ante el Boca más ordinario de los últimos tiempos.

No pudo ser y las sensaciones hicieron el tironeo en las muecas de lo hinchas. Hubo aplausos y hubo llanto, de frustración, de amargura y de dolor. Pero de ninguna manera fue una tragedia. Perder una final con Boca y por penales equilibra el peso en la balanza del corazón, que sí entiende de razones.

Y a la hora de pensar, de recapitular, este Talleres 2021 cayó por penales en cuartos de final en la temporada pasada después de merecer ganar ante un Colón que terminó campeón. Comandó la tabla de de posiciones de Liga Profesional hasta sucumbir frente al paso arrollador del formidable River. Es tercero en la tabla anual y sacó pasaporte anticipadamente para la fase de grupos de la Copa Libertadores. Pero no ganó nada...

Ser y parecer

Además de encolumnar los logros de Talleres, amerita también contextualizar. Porque se convirtió en protagonista y batalló mano a mano con River y Boca, con lo justo: un plantel acotado y al que otra vez se le fueron figuras y titulares fijos, caso Piero Hincapié, contra adversarios cuyos presupuestos son siderales.

Aún así Alexander Medina volvió a enarbolar la consigna de querer adjudicarse un título con Talleres. Y no lo hizo desde la frase hecha o la expresión de anhelo. Es con la convicción y el convencimiento de que su equipo podía meterse en la discusión.

Porque este Cacique cuya contratación es un acierto de Andrés Fassi, y entre ambos apuntalaron las ambiciones Albiazules. Pero este Talleres es más de Medina que del presidente. Lo moldeó con su carácter, en base de su personalidad, con sus genes y sus mañas. Con vocación ganadora y actitud sacrificada y garra. Son sus méritos, como también le caben las responsabilidades de la final con Boca, en la que la sensación predominante es que Talleres respetó de más al rival, sobre todo cuando quedó con 10 por la expulsión de Juan Ramírez y era para llevarse puesto a un rival que terminó casi arrastrándose por la cancha. Con juego, del que adoleció, o con ese “ojo de tigre” que imponía la circunstancia. Era el partido para ganar, era la noche para transformar en realidad el sueño, era la copa para levantar.

Talleres está encaminado a alcanzar más finales y, por decantación pero también por bases sólidas, deberá ganar. Ya es tiempo. Porque nadie niega sus méritos y lo legítimo de los objetivos cumplidos. Y es motivo de orgullo para su gente, aún en la pena de quedarse en la orilla. Pero también, hay que decirlo, toda esa multitud fue a verlo ganar. Y con la vara cada vez más alta, resultará ineludible.

Los tiempos

Andrés Fassi cumplió siete años al frente de Talleres, en la refundación del club tras la quiebra y el tobogán al descenso deportivo. Curiosamente, asumió y le tocó perder una final en diciembre de 2014 frente a Gimnasia de Mendoza, por el ascenso a la Primera Nacional y en el otro extremo, la final con Boca por Copa Argentina, en diciembre de 2021.

En medio hay un círculo virtuoso por el que Talleres pasó de jugar con Sol de América de Formosa a discutir la punta en Primera frente a River. Y también la participación en torneos internaciones, cada vez más naturalizada, la cotización de un plantel que es propio después de tantos años de vaciamiento; y el crecimiento de alta gana de la infraestructura.

Pero Talleres no ganó nada... Y Fassi lo sabe. Y puertas adentro se analizará y discutirá por qué no se ganó el miércoles por la noche. Lo hará con el Cacique Medina, a quien quiere retener y será un paso fundamental para consolidar el proyecto. Están los objetivos concretados y el respeto del mundo del fútbol, bien ganados. Le queda conquistar un título y ya es hora. No debe faltar tanto.