El candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, llegará a Córdoba este lunes, a 15 días del balotaje con Javier Milei. También visitará Santa Fe, con el objetivo de aumentar el apoyo del electorado de la región, con un mensaje “anti grieta”.
El postulante de la coalición peronista y actual ministro de Economía, insistirá con su compromiso de llevar adelante “un gobierno de unidad con los mejores” a partir del 10 de diciembre, con la promesa que en las últimas semanas se convirtió en una de las claves de su campaña: “Se viene una nueva etapa en la Argentina”.
En la recta final rumbo a la segunda vuelta, el comando electoral de UxP diseñó una agenda sin respiro con recorridas por provincias y municipios, una sucesión de actividades que incluirá la participación de Massa en el debate presidencial que tendrá lugar el domingo 12 de noviembre en la Facultad de Derecho de la UBA, en la Ciudad de Buenos Aires, donde estará mano a mano con Milei, líder de La Libertad Avanza (LLA).
En este tramo del calendario electoral, Massa está inmerso en la búsqueda de los votantes de Córdoba: se trata de un electorado complejo al estar compuesto por votantes reacios a votar al justicialismo y al kirchnerismo, ya que tiene un origen de tradición radical o de peronismo disidente con un fuerte espíritu local.
La carta de seducción que maneja el actual ministro es, principalmente, su perfil de dirigente moderado, dialoguista, pero con firmeza en la gestión; atributos que combina con capacidad de conducción e independencia política.
EL MENSAJE Y LA APUESTA DE SERGIO MASSA
En más de una oportunidad, el candidato presidencial destacó su pertenencia al espacio político creado por él mismo en 2013, el Frente Renovador, a partir del distanciamiento y ruptura con la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“Mi jefe soy yo. No tengo jefes. A partir del 10 de diciembre, será mi Gobierno. Soy peronista. Soy del Frente Renovador”, son algunas de las frases que reiteró Massa en distintas oportunidades para realzar su independencia política.
Tal declaración no implica que Massa no mantenga diálogo con la titular del Senado, como lo tiene también con el presidente Alberto Fernández. Al contrario, el ministro-candidato les reconoce a ambos dirigentes que le hayan dejado la centralidad política del espacio, lo que refuerza su rol de candidato.
Esta independencia política será clave para sumar votos entre aquellos que no tienen simpatía con el kirchnerismo clásico y quienes ven a Massa como un dirigente justicialista que supera esa etapa de ‘K o anti K’, justamente por su trayectoria política.
LA AGENDA DE SERGIO MASSA EN CÓRDOBA
Con más del 9% del padrón nacional, los votos de Córdoba serán muy importantes a la hora del recuento final, ya que varias encuestas señalan que los electores de JxC en esta provincia apoyarían a LLA en el balotaje.
Para cambiar esa tendencia y obtener el voto radical clásico y del peronista tradicional de Córdoba, Massa continuará con su convocatoria a la unidad nacional en un recorrido que arrancará en Río Cuarto, donde se reunirá con el intendente Juan Manuel Llamosas, afín al gobernador justicialista Juan Schiaretti.
En esa localidad del sur provincial se daría la puesta en marcha de la tarjeta Sube para que sea utilizada en el transporte local. Además, Massa visitará la localidad de James Craik, antes de arribar a la ciudad de Córdoba para el acto político por la noche en el club General Paz Juniors.
El titular del Palacio de Hacienda recibió en las últimas horas un gesto de distancia por parte de Schiaretti, quien lo responsabilizó por el proceso de juicio político a la Corte Suprema: sin embargo, sigue sumando en paralelo adhesiones desde las bases peronistas de Córdoba, como también de dirigentes, intendentes y legisladores.
Un respaldo clave en ese sentido, es la diputada nacional Natalia De la Sota, hija del fallecido exgobernador José Manuel De la Sota, con quien el exintendente de Tigre y extitular de la Cámara de Diputados supo construir una relación de mucha confianza y amistad política.