La cuarentena de 2020 y las actuales restricciones en curso han complicado especial y dramáticamente a las trabajadoras del servicio doméstico, que ven con preocupación que cae la demanda laboral y sus ingresos, que ya eran de por sí bastante bajos.
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Ese es el duro escenario que pone de relieve Ana Altamirano, la secretaria general del gremio que las nuclea, la Simpecaf, que no tiene eufemismos para decir que “ya de por sí tenemos un sueldo que roza la pobreza y al no tener trabajo casi estamos en la indigencia”, sostuvo en diálogo con Canal 10.
“Somos trabajadoras y debemos contar con todos los derechos básicos”, opinó al tiempo que remarcó “nosotros somos trabajadoras que trabajamos para otros trabajadores”, dando a entender que la crisis las golpea y también impacta a sus eventuales empleadores.
No obstante, la representante de las trabajadoras opinó que “muchos empleadores han tomado la pandemia como días de vacaciones y no han pagado”, protestó y añadió: “Hay mucha empleador o empleadora que especula”, dijo.
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Por último, expresó que como colectivo no están de acuerdo con el aumento sobre las horas de trabajo: “No estamos conformes con el aumento pactado, por eso quedó una cláusula de revisión”, señaló y aclaró que “nuestra propuesta era de un 60 por ciento, pero el miedo nos condiciona, el miedo a quedar sin trabajo o a no estar registrada, y eso nos limita a la hora de pelear una paritaria”, comentó.