Alfonso Mosquera declaró este jueves en el marco de la causa que investiga el crimen de Valentino Blas Correas en la madrugada del 6 de agosto de 2020. El por entonces ministro de Seguridad de la Provincia, definió lo acontecido como “la página más oscura en la historia de la Policía de Córdoba”.
El extitular de la cartera apuntó contra la actual jefa de la Policía local, Liliana Zárate Belleti. Es que, en su momento, ella era la jefa de Dirección General de Recursos Humanos de la Policía y se encargaba de la formación de los efectivos y la certificación de la “idoneidad para portar un arma”.
En sintonía, el protagonista en Tribunales II enfatizó que Zárate Belletti y el anterior jefe de Policía, Gustavo Vélez, le informaron que todos los efectivos estaban aptos para llevar armamento. Cabe recordar que, Javier Alarcón y el cabo 1° Lucas Gómez están acusados por el homicidio de Blas Correas.
Además, Alarcón reprobó el examen de tiro con calificación de tres. Al ser consultado por su rol en esa jurisdicción, Mosquera explicó que no era parte de su función estar enterado, pero sí concurría frecuentemente “como observador”.
El inicio de la declaración de Alfonso Mosquera
Un Mosquera pensativo y concentrado fue divisado por el centro de la ciudad de Córdoba previo a su llegada a Tribunales II. Ya frente al jurado de la Cámara 8ª del Crimen, inició su alocución y definió lo acontecido como un caso de “violencia institucional y violatorio de los derechos humanos”.
Luego, detalló qué y cómo sucedió para él aquella noche del 5 de agosto a partir del llamado de Vélez. Sobre esa conversación, reveló que pidió “hacer de la Policía una caja de cristal y asegurar la investigación”.
En primera instancia, Vélez le comentó que en Corrientes y Maipú se encontraba un vehículo Fiat blanco con un menor herido de arma de fuego en el interior del mismo. Posteriormente, recibió un mensaje que detallaba que la víctima era el nieto del exfutbolista de Belgrano, Miguel Laciar.
Los disparos al Fiat Argo en el que viajaba Blas Correas
Sobre los disparos al Fiat Argo donde se trasladaba Blas Correas y sus amigos, sentenció: “Si no había intercambio de disparos de armas de fuego, si no había sido utilizado el auto como arma impropia, no había motivo para abrir fuego”.
La reacción del gobernador Juan Schiaretti tras el crimen de Blas
Más adelante, Mosquera relató que se comunicó con el gobernador Juan Schiaretti y reveló que en 30 años, nunca lo vio “tan apesadumbrado e indignado por lo acontecido”. Luego del diálogo, recibió tres directivas: tomar contacto con los familiares de Blas, ponerse a disposición del fiscal e ir a fondo en la investigación.
El arma plantada por la Policía de Córdoba
Sobre el arma plantada por la Policía para incriminar a Blas y compañía, el actual legislador aseveró que tomó conocimiento “por la versión a través de la prensa” y luego se validó “por la manifestación del personal policial”. “Desde la Policía, nunca se me informó que el arma había sido implantada”, aseguró.
Además, el fiscal Fernando López Villagra le preguntó si le llamaba la atención que se traslade un arma “trucha” dentro de un móvil policial. “No me llama la atención, me parece aberrante”, respondió Mosquera.
Los policías acusados por el crimen de Blas Correas
Además de Alarcón y Gómez, otros 11 policías son acusados de falso testimonio, encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la calidad funcional y omisión de deberes de funcionario público.
Sergio Alejandro González, Wanda Micaela Esquivel, Yamila Florencia Martínez, Walter Eduardo Soria, Enzo Gustavo Quiroga, Jorge Ariel Galleguillo, Leonardo Alejandro Martínez, Rodrigo Emanuel Toloza, Ezequiel Agustín Vélez, Leandro Alexis Quevedo y Juan Antonio Gatica.