Más allá que desde el COE ensayan una tibia defensa para Ignacio Martín, el médico trucho, argumentando que se desempeñaba como voluntario y no como profesional; surgen más datos reveladores sobre la red de engaños del joven estafador de apenas 20 años.
Martín, internado este viernes tras sufrir convulsiones, fue denunciado por el Consejo de Médicos y el Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba el 22 de diciembre porque “habría adulterado documentación con fin de realizar el ejercicio ilegal de la medicina”.
Un compañero del falso médico señaló que también fingió ser inspector municipal y fue acusado de estafas. En dialogó con El Doce dio detalles de los movimientos de Martín durante su desempeño en el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), en plena pandemia contra el coronavirus.
“Se sumó puntualmente para realizar tareas de hisopado en el COE Central de Córdoba. Después, por algún motivo, lo mandaron al COE de Villa Dolores a donde se encargó de las capacitaciones de los voluntarios y donde realizó guardias en el hospital y se encargó del Centro de Operaciones Tácticas”, reveló su compañero.
El sí es voluntario y compartió jornadas con el falso médico. Lo describió como “un pibe simpaticó que le cayó bien a todo el mundo, haciéndole una sonrisita y hablando correctamente”. Por esa actitud, sostuvo que “empezó a ganarse la confianza” del resto, “también por la necesidad de personal médico que había en las distintas localidades a donde fue mandado”.
Aseguró que Martín trabajó en Río Cuarto, Villa Dolores, Oncativo, Oliva, Mina Clavero, Río Segundo, Arias, Inrriville, entre otras más de 20 localidades. También estuvo “involucrado en el mal uso de la ambulancia de Oncativo, donde realizó guardias en el hospital municipal”.
Durante todos esos meses, en los que utilizó una matrícula profesional de una mujer, “nadie de ese equipo o de las personas que trabajaron con él dudaron de las tareas que realizaba porque al hablar se notaba que sabía fundamentar sus explicaciones médicas”.
“Estuvo involucrado en hisopados de óbitos y atendió a pacientes en todas las localidades, realizó guardias hospitalarias, guardias en los servicios de emergencia. No estoy al tanto o no recuerdo que haya tenido complicaciones en la salud de algún paciente”, añadió.
Como un verdadero profesional de la salud, Ignacio Nicolás Martín “los atendía, derivaba, realizaba estudios, les recetaba medicación”, amplió, para completar: “Hacía cosas de médico. Les requería internación y cuestiones como discutir con los médicos de Villa Dolores por un diagnóstico y visitas domiciliarias”.