Tomi Mansilla es un cordobés de 13 años que padece “huesos de cristal”. El pequeño fue protagonista de una cruzada solidaria que le permitió a su familia acceder al tratamiento que necesitaba. Sin embargo, su salud se agravó y necesita con urgencia viajar a Canadá para acceder a un procedimiento experimental.
Este miércoles, el pequeño y su papá, José, estuvieron en Arriba Córdoba y comentaron que, desde el Hospital Garrahan, les informaron que Tomi tiene osteoporosis y que no pueden ayudarlo ya que no cuentan con un tratamiento.
UN TRATAMIENTO EN CANADÁ, LA ESPERANZA DE TOMI MANSILLA
Según su testimonio, desde la institución le comentaron que en Canadá existe un procedimiento experimental. “Le ponen una droga que hace que el colágeno, que es lo que Tomy no tiene, retenga el calcio; y entonces, ahí se le van a empezar a endurecer los huesos”, explicó el padre del niño.
José comentó que se levanta todos los días a las cinco de la mañana para continuar con su emprendimiento de frutas y verduras, y poder ganar dinero para ayudar a su hijo. Y manifestó que “ser un buen padre” es su único deseo, y que todos los días se pregunta cómo hacer para ayudar al niño. “Yo le quiero mejorar la calidad de vida a Tomás”, comentó entre lágrimas.
CÓMO AYUDAR A TOMI MANSILLA A VIAJAR A CANADÁ
José explicó que se le hace muy difícil juntar el dinero que necesita para trasladarse junto a Tomás a Canadá. Por ende, el hombre pidió ayuda para recaudar los fondos para llevar a su hijo al país norteamericano y comenzar con el tratamiento.
- Para colaborar con Tomás Mansilla, comunicarse al teléfono de su padre: 0351-15 632707.
QUIÉN ES TOMI MANSILLA, EL PEQUEÑO CON HUESOS DE CRISTAL
Tomás tiene “huesos de cristal” (osteogénesis imperfecta) lo que ha provocado que, a lo largo de su vida, sufra unas 200 fracturas y deba superar una decena de intervenciones producto de sus complicaciones óseas.
Su historia la dio a conocer José, su papá, quien vendía (y vende) bolsones de frutas y verduras para poder costear su tratamiento. La situación de ambos generó tal impacto en la sociedad que las ventas se duplicaron y hasta una concesionaria de autos les regaló un utilitario para repartir la mercadería y mejorar el traslado del -ahora- adolescente.