La jueza María Soledad Vieites ordenó al vicedirector de un colegio secundario de Córdoba a iniciar un tratamiento psicológico. La causa se inició por una presentación efectuada por una maestra del establecimiento, quien sufrió violencia por parte del hombre.
El tribunal de apelaciones, integrado por los vocales Graciela Moreno Ugarte y Fabián Faraoni, ratificó la decisión de la jueza. El vicedirector deberá “revisar” su posicionamiento “rígido” y “exigente”, en relación a los modos de ejercer su función respecto a las mujeres con quienes comparte el ámbito laboral.
LAS DENUNCIAS DE LA VÍCTIMA DE VIOLENCIA DE GÉNERO
La causa se inició por la denuncia de una maestra la cual señaló que, en uno de los episodios, el vicedirector del colegio la tomó del brazo, abrió la puerta de la calle, la empujó hacia afuera. Inmediatamente, le cerró la puerta en la cara. El hecho ocurrió en el marco de una discusión entre ambos.
Luego de analizar la prueba presentadas, el Juzgado de Violencia de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género de 1° Nominación entendió que se trató de un caso de violencia en el que la mujer resulta víctima por su condición de tal. El hecho se dio frente a “una relación de desigualdad o asimetría que evidencia la situación de inferioridad de la mujer respecto del varón”.
QUÉ DIJO LA JUEZA
Vieites remarcó que el denunciado se extralimitó en su modo de obrar respecto a la docente, al ejercer su poder de un modo desmedido, inadecuado e inaceptable. Para arribar a tal conclusión tuvo en cuenta, fundamentalmente, el testimonio de dos personas ajenas al cuerpo docente y a la institución que estuvieron presentes cuando sucedieron los hechos.
“Es una forma de violencia que suele estar enmascarada detrás de estereotipos socialmente tolerados y que deben ser erradicados”, enfatizó la magistrada.
En la resolución que rechaza la apelación, la Cámara de Familia puntualizó que las críticas del vicedirector a la resolución de primera instancia carecían de entidad para poner en crisis la resolución apelada; “máxime partiendo de las directrices que orientan la perspectiva de género y suponen ponderar los dichos de la mujer partiendo de su credibilidad, y sustentándose en prueba que corrobore su veracidad”.