Agustín Ávila fue asesinado este domingo por la madrugada a inmediaciones del Festival Nacional de Doma y Folklore en Jesús María. La agonía de sus padres crece día a día y recordaron a su hijo para transitar el doloroso y esquivo proceso de duelo.
El adolescente vivía en barrio Guiñazú, al norte de la ciudad de Córdoba y esperaba tomarse una foto con Soledad Pastorutti cuando fue ultimado ”por una gorra”. Cursaba quinto año en un colegio técnico con orientación a maestro mayor de obras en Villa Los Llanos, el Ipet 333.
“Era una excelente persona, muy querido en el barrio”, comentó la pareja de su mamá, Luciano González en diálogo con La Voz. Junto a Vanessa, lo criaron para ser alguien con proyectos, respetuoso y no tener problemas con nadie.
Ávila era el mayor de cuatro hermanos varones, y estaba de novio con otra adolescente de un barrio cercano a quien conocía de la escuela. “Guachín” le decía su padre, Miguel, y “Ute” el resto de sus familiares y los amigos. Este último porque de pequeño no pronunciaba bien la palabra “dulce”.
Su vida cotidiana era como la de todo adolescente con objetivos por alcanzar: ir a la escuela, trabajar en un lavadero de autos y jugar al fútbol. Respecto a sus proyectos, su madre contó que buscaba ”ahorrar para comprarse un automóvil”.
Sin embargo, su verdadero sueño era jugar al fútbol y tenía con que. Jugó en una escuela de fútbol, y más tarde en el Club Atlético Unión Florida de barrio Jorge Newbery. Le decían que era muy bueno, pero dejó porque se dificultaba pagar la cuota, la ropa, los botines y coordinar los horarios de la escuela.
Lamentablemente, la vida del estudiante respetuoso fanático del fútbol en barrio Guinazú terminó al lado de un contenedor de basura por recuperar una viscera que no valía “ni 1.000 pesos”, concluyó su madre.
El pedido de los padres de Agustín Ávila para ser querellantes en la causa
Los padres de Ávila anticiparon que pedirán ser admitidos en la causa como querellantes y serán representados por el abogado Carlos Nayi. La causa es dirigida por la fiscal de instrucción de Deán Funes, Carolina Elías. Actualmente, también está a cargo de la Fiscalía de Jesús María en razón de la feria judicial.