Disputar una final de Copa Libertadores para Boca, contra un rival brasileño, y con definición en el vecino país, con todo el tinte de un clásico a nivel países. Javier Villarreal sabe de todo esto, por aquel título que obtuvo con el Xeneize en 2003 frente al Santos en el estadio Morumbí de San Pablo.
El ex volante cordobés que se inició en Talleres y también defendió la camiseta de Belgrano, jugó en Boca del 2001 al 2004, y atesora por ejemplo el penal decisivo que convirtió en la serie ante River en un Monumental colmado de hinchas del Millo, en semifinales de Libertadores 2004. Ahora, pone todos los sentidos en la fina contra Fluminense en el Maracaná, este sábado a las 17 hora argentina.
“Los brasileños vienen siendo protagonistas en la Copa, y Boca puede cortar esa racha. Le toca de visitante, lo que hace más difícil la situación todavía, pero la gente de Boca siempre acompaña, la necesidad de ganar la Copa es mucha, y todos sienten que está cerca”, vislumbró Villarreal, en diálogo con Vía Córdoba.
E hizo foco en las epopeyas coperas de Boca: “Todo lo que se construyó en estos años generó esta mística que es una fortaleza para el club. El técnico de Palmeiras decía en una nota ‘cuántas copas tiene Boca y cuántas Palmerias. Es para respetar’. La historia respalda a Boca. Después hay que entrar a la cancha y demostrar lo que sos como equipo”.
De todos modos, remarcó: “No hay que pensar que ya la ganaste. Lo que genera esperanza es que más allá del rendimiento, que no fue el ideal, el equipo llegó a la final, la historia lo avala y eso genera cierto temor en sus rivales”.
CHIQUITO ROMERO, CLAVE Y GIGANTE PARA BOCA
“Es clave Chiquito Romero. Yo tuve a grandes arqueros como Óscar Córdoba, como el Pato Abbondanzieri... Buenos equipos y un técnico excelente como Carlos Bianchi. Y hoy pasa lo mismo, sentimos que nos puede salvar el arquero. Comparar el pasado y el presente también me genera esperanza. Hay que entrar con ese pluss y con la idea de hacer un partido perfecto”, puntualizó Villarreal.
E insistió: “Son arqueros que te dicen, ‘de cinco puedo atajar uno o dos’. Y que le agregan la buena fortuna de los palos, o de que el pateador la tire afuera, como pasó en la definición con Talleres por Copa Argentina. Además, los que ejecutan los penales en Boca no fallan”.
También “Villa” recordó su experiencia crucial en instancias de este tipo. “Contra River me tocó patear, si el Pato atajaba el anterior, yo no entraba en la historia. Esto es así. En la final Talleres-Belgrano si erraba el mío ganaba Belgrano. Y yo tenía 18 años... Lo pude meter y el que entró en la historia fue el Lute Oste. Contra Boca ya estaba más maduro, con más rodaje, y sin embargo fue una carga mayor. Y eso que si erraba, no era el decisivo”.
VILLARREAL, VIRTUDES DE BOCA Y FALENCIAS DE FLUMINENSE
“La clasificación contra Palmeiras me emocionó, por la personalidad y carácter que transmitió el equipo. Manejó los tiempos, la presión, con mucha garra. La esencia de Boca, que se recuperó para este sábado”, resaltó Villarreal.
También habló de la influencia de Carlos Bianchi, y del momento de Jorge Almirón, finalista pese a los cuestionamientos. “Lo del ‘teléfono de Dios’ lo creíamos todos. Siento de corazón que Dios existe, y que los principios te llevan al éxito. Carlos era un hombre y un técnico recto, de palabra. Y si el plantel estaba golpeado o diezmado, lo recuperaba. Fue como un padre para mí, para todos. A Almirón le doy la derecha porque se mantuvo firme con lo que el pensaba que era lo correcto, y pese a las críticas y al mal desempeño en el torneo local”.
Por qué lo puede ganar Boca y qué falencias del Fluminense puede capitalizar. Responde Villarreal. “Boca mostró su mejor versión con Palmeiras, de abajo hacia arriba, con jugadores importantes que mostraron su jerarquía, como Edinson Cavani. Pudo manejar los tiempos desde lo emocional, y hacer pie en un campo de juego sintético, complicado. Mostró mucha personalidad. Del Fluminense lo que no me gusta y veo como un posible defecto es que arriesga mucho en el fondo. El Inter lo presionó y lo llevó a equivocarse. Cuenta con un Germán Cano en gran presente (goleador de la Copa con 12 tantos) y varias figuras, pero con equilibrio, presión arriba y sin dejar espacios en el medio, Boca le puede hacer frente”.