En el abrazo del alma que por largos minutos entrelazó a Guido Herrera con Andrés Fassi, seguramente el presidente de Talleres le habrá dicho: “Viste que te tenías que quedar”. Con Herrera como capitán y referente, el Matador fue campeón de la Supercopa Internacional ante River, primer título en AFA para el club de barrio Jardín.
Más de una vez estuvo a punto de salir de Talleres. En este último mercado parecía que se iba al fútbol brasileño e incluso llegó Javier Burrai, ex Barcelona de Ecuador, como posible refuerzo. Pero optó por seguir en la T, y se sacó al mochila de las finales perdidas. “A los golpes se aprende, la noche anterior soñé con el título”, aseguró.
EL ARQUERO DE TALLERES CONTRA EL CAMPEÓN DEL MUNDO
Guido Herrera, un especialista en los penales, se había quedado con la espina de aquella final contra Boca, con derrota en Santiago por Copa Argentina, en la que no pudo atajar ninguno de la serie. Contra River contuvo el disparo de Matías Rojas, clave, el que habría la tanda.
Después y con Talleres match point por que si Gonzalo Montiel acertaba, River era el ganador de la Supercopa, Herrera tuvo la fortuna de su lado, porque el disparo se fue por encima del travesaño. “Este loco nos dio la copa del mundo. River tiene un equipazo, con jugadores que nos dieron la gloria”, remarcó.