Fue uno de los últimos en dejar el campo de juego en los festejos, por el ascenso de Instituto en la final con Estudiantes de Caseros, por el 1 a 1 con su “gol de oro”, que valió subir a Primera. Fernando Alarcón se abrazó con su “compadre” Ezequiel Parnisari, quien se perdió el partido por lesión, se sacó fotos con todos, tocó el redoblante, y revivió el cabezazo de la gloria.
“Qué puedo decir. Siento una felicidad enorme. No es poca cosa quedar en la historia de un club. Le había dicho antes a los chicos que no hay cosa más hermosa que esto. La gente nunca se lo va a olvidar. Van a poder venir al club y serán recordados por siempre”, destacó el marcador central, que en la temporada pasada ascendió con Tigre.
“No sé si se darán cuenta de lo que conseguimos hoy. No sé si lo harán mañana o pasado mañana. Pero este club se lo merece. Y el grupo se lo súper merecía. No tengo nada más para decir, estoy muy feliz”, completó el cordobés nacido en Guatimozín, otra de las figuras Albirrojas.
LA APUESTA CON BOCHI
Fernando Alarcón le había apostado a Roberto Bochi por un gol le venía faltando al volante. Y Bochi lo anotó en la semifinal con Defensores de Belgrano. Un asado que está pendiente...
“Lo voy a pagar y con creces. Vamos a redoblar la apuesta por el objetivo. Si lo cumplimos el martes habrá asado, cabrito, lechón, todo”, aseguró Alarcón. Con el ascenso conseguido, queda por escrito.
