El secuestro, tortura y muerte de Santiago Aguilera (18) tuvo en vilo a toda Córdoba. Tras la confirmación de su defunción, investigadores de la Policía de la Provincia llevaron a cabo una serie de operativos en diferentes domicilios de Villa Dolores, Traslasierra.
Bajo la directiva del fiscal federal, Enrique Senestrari, quien está a cargo de la causa, personal policial allanó varios domicilios de la región.
El objetivo del megaoperativo fue lograr localizar el lugar donde estuvo secuestrado el joven. Sin embargo, según fuentes oficiales, no hubo otras detenciones. Hasta el momento, sólo hay un imputado y aprehendido por la causa: Walter Gil (23), empleado del corralón familiar.
Gil está acusado por el delito de secuestro seguido de asesinato. El pasado martes fue indagado por el fiscal Senestrari pero se negó a declarar.
Santiago fue secuestrado aparentemente entre la noche del martes 16 y la madrugada del miércoles 17. Su padre, Carlos Aguilera, recibió un mensaje extorsivo que pedía una millonaria suma de dinero a cambio de la vida de su hijo. Sin embargo, los delincuentes no volvieron a contactarse. Cinco días después, su cuerpo apareció en Boca del Río.