Gustavo Herrera (35 años), fue detenido por el crimen de su hermana, Gabriela Pérez, ultimada por un balazo en acto del gremio Soelsac en el club Yapeyú. Está acusado de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y fue trasladado a Bouwer, en un brusco giro que tomó la causa cuando la fiscal Silvana Fernández ordenó su detención.
Para la fiscal y su equipo, Herrera habría sido quien abrió fuego dentro del club, en medio de un concurrido almuerzo. Uno de esos balazos atravesó una ventana e impactó en la humanidad de su hermana, trabajadora de la limpieza y afiliada al gremio.
Se sospecha que Herrera actuó, junto con otros cómplices (no identificados todavía), a pedido de otra persona u organización. Un “atentado” ejecutado a cambio de dinero. Tras ser detenido, el acusado había sufrido una crisis nerviosa, por lo que fue trasladado al Centro Psico Asistencial, un neuro que depende de la Justicia y que funciona detrás de la Alcaidía. Y en las últimas horas se lo llevaron a Bouwer.
LAS PESQUISAS DE LA JUSTICIA PARA ESCLARECER EL CRIMEN DE GABRIELA PÉREZ
Entre los presentes el día del atentado, se encontraba el secretario general del Soelsac, Sergio Fittipaldi. Para la Justicia y la Policía, hubo sólo disparos desde afuera. Uno de los plomos dio en Gabriela. En medio de las corridas y del griterío, la joven madre fue cargada en un auto y trasladada hasta un hospital, donde murió rato después.
A todo esto, tras los disparos, el agresor escapó con otros hombres en un VW Vento, según la sospecha de la Justicia. Resultado de una pesquisa basada en filmaciones de cámaras de seguridad, rastreos de comunicaciones y testimonios varios, entre otros elementos, Gustavo Herrera fue detenido en el mismo barrio Yapeyú.
Había salido en libertad hacía tan sólo cinco meses, luego de haber purgado una condena por delitos contra la propiedad.