Día tras día, la sensación que se genera al recorrer las calles de la ciudad es que la misma está quedando chica para el incremento en la cantidad de vehículos que circulan. En la circunvalación sur, principalmente en las salidas de Camino San Antonio y San Carlos, la circulación en horas “pico” es imposible.
Desde hace ya un tiempo, a primera hora de la mañana y a la tarde, cuando comienzan y terminan las actividades diarias, los puentes de avenidas Valparaíso y O’higgins registran largas filas con más de una hora de demora. Ahora, las obras viales que se llevan a cabo en esa salida de los anillos que conectan a la ciudad complicaron la situación.
Es que, para lograr agilizar el tránsito y reparar los problemas históricos, el Estado está construyendo el “rulo” que le falta a esa salida. Pero mientras tanto, la circulación está restringida y los desvíos establecidos generan más caos vehicular.
A esto se le suma que en el lugar no hay agentes que dirijan el tránsito, por lo que el tránsito por la zona es inviable.