Esta semana, se generaron novedades en la causa que tiene como imputada a Brenda Barattini, acusada de cortarle los genitales a su amante, Sergio F., con una tijera de podar.
El miércoles, la acusada (que permanece detenida), declaró ante el fiscal del 2º Turno de Violencia Familiar de Córdoba, Bettina Croppi, y reiteró el daño psicológico que la llevó a premeditar todo.
Cabe recordar que su argumento principal es que le cortó los genitales a su amante por haber difundido por WhatsApp un video de los dos teniendo sexo.
"Brenda originalmente estaba acusada de lesiones gravísimas agravadas por el vínculo. Después de una pericia que se hizo en la historia clínica de la víctima, se llegó a la conclusión de que la lesión no era permanente. Que había mejorado. Eso hizo que hoy la carátula se modifique a lesiones graves", le confirmó a Clarín, Iván Sironi, quien comparte la defensa, junto a Adolfo Allende Posse y a Lucas de Olmos.
Tras esta indagatoria, en la fiscalía aclaró a ese medio que esta modificación no se traducirá en la calificación legal ni la situación de la imputada.
De acuerdo con lo que dice otro de los abogados de Brenda, Lucas de Olmos, la estrategia de la Fiscalía, que ahora ve que el miembro de él funciona desde lo físico, pretende ir por las "lesiones gravísimas desde lo psicólógico".
"Para nosotros es mucho más difícil de medir porque nadie está en la cama de este hombre para saber cómo tiene relaciones", detallan los letrados.
En ese caso, nuevas pericias sobre los genitales de Sergio F. serán vitales para la modificación de la calificación legal final contra la mujer.
Los letrados de Brenda aseguran que si un urólogo determina que recuperó la función eréctil, sexual y reproductiva, la calificación pasará a ser de lesiones gravísimas a graves.
Desde el lado de Sergio F., su abogado, Eduardo Pérez, dijo insistirán con los 15 años de prisión por lesiones gravísimas.
"Sean secuelas físicas o psicológicas, la pena es la misma. En cambio, si la fiscalía va por 'lesiones graves', la pena baja a 10 años", remarcó el abogado a Clarín.
El pene de Sergio, de 40 años, fue seccionado, no amputado. También hubo daño en la uretra (conducto genitourinario) y cuerpos cavernosos y esponjosos.
Fue reconstruido en su totalidad. Ahora resta peritar si orina correctamente, si tiene erecciones y si puede eyacular.