Malestar causó "puertas adentro" del Gobierno provincial el informe que elaboró el relator especial de las Naciones Unidas (ONU) para la Tortura, Nils Melzer, quien entre el 9 y 20 de abril visitó distintas cárceles de Argentina y advirtió que "la arquitectura militar opresiva del pasado aún sobrevive dentro de los sistemas carcelarios y de seguridad, y disimulado en el marco de la política de seguridad pública".
El informe, que será presentado al Consejo de Derechos Humanos para que advierta al Gobierno argentino, golpea duro a las instituciones y hace hincapié en los incumplimientos y en la impunidad de los poderes estatales. En el caso de Córdoba entra en detalle sobre las situaciones inhumanas de los presos, detalla condiciones humillantes y habla de "una situación crónica de sobrepoblación" en todo el país.
"Es un informe muy valioso porque Córdoba siempre ha sido reacia a permitir el ingreso de los organismos", dijo a Vía Córdoba + Día a Día Enrique Font, ex vicepresidente del Subcomité para la Prevención contra la Tortura.
"Es un excelente trabajo porque muestra que el Estado está en franco incumplimiento y advierte que esta situación, que afecta a sectores populares, tiene varias causas, entre ellos la impunidad de los poderes judiciales y el abuso de las políticas de mano dura", sostuvo.
Y remarcó que en el informe consta que "la sobrepoblación no se resuelve con la construcción de más cárceles", sino con políticas de integración.
Duro con Córdoba. El trabajo del relator de la ONU se concentró en cárceles de Buenos Aires, Córdoba y Formosa. A continuación se detallan las partes que hacen referencia a nuestra provincia.
"En la provincia de Córdoba visitamos el Complejo Esperanza para jóvenes, el establecimiento penitenciario Cruz del Eje y su unidad neuropsiquiátrica, el complejo carcelario Bouwer y el pabellón 3 para mujeres embarazadas y mujeres con hijos, además de una de las unidades penitenciarias para varones del mismo complejo, el Establecimiento Penitenciario Nº 9 y una comunidad que enfrenta el desalojo en Juárez Celman.
"Tortura y maltrato en centros de detención: En algunas instituciones escuchamos historias similares de abuso físico y psicológico de los detenidos como castigo por mala conducta o incluso como represalia por haber presentado un reclamo por las condiciones de detención.
"En particular, una numerosa cantidad de personas alojadas en la unidad penitenciaria provincial de Cruz del Eje informó que habían sido golpeadas duramente mientras se encontraban encadenadas a las camas de metal durante varios días o que habían sido colocadas en posiciones de estrés dentro de celdas de aislamiento por períodos prolongados. De manera similar, en la cárcel de Bouwer los internos declararon haber sido encadenados o esposados de pies y/o manos por períodos que oscilaban entre varias horas y tres días.
"Centros de detención para menores: Salvo la falta de calefacción y un acceso limitado a los sanitarios por la noche en Complejo La Esperanza, me pareció que las condiciones de detención eran aceptables en términos generales. Sin embargo, observé un régimen de encierro opresivo conforme el cual se aloja a los internos en espacios cerrados y bajo llave, con un acceso muy limitado a actividades al aire libre. En La Esperanza, varios internos indicaron que no tenían la posibilidad de concurrir a la escuela y se quejaron por el hecho de pasar la mayor parte de su tiempo sin hacer nada.
"Me alarma en especial el castigo disciplinario que supuestamente se utiliza en La Esperanza, donde varios reclusos informaron haber sido sujetados de pies y manos a sus camas, en una situación de aislamiento total, y a veces durante varios días consecutivos. También en La Esperanza, recibí denuncias de abuso sexual entre internos, sin intervención adecuada por parte del personal.
"Insto firmemente a las autoridades a ponerle fin al encierro excesivo en centros de detención de menores, y a garantizarles el acceso a escuelas y oportunidades para la reinserción de los internos adolescentes.
"Instituciones psiquiátricas: Las condiciones físicas del hospital psiquiátrico en la cárcel provincial de Cruz del Eje son aceptables en términos generales. El personal penitenciario no parece estar suficientemente capacitado para cuidar de pacientes con necesidades específicas y, según los relatos, tienden a recurrir a medios de sujeción física como, por ejemplo, atar a los pacientes a sus camas, o amenazar y golpear a los pacientes con el fin de controlarlos.
"Condiciones de detención que equivalen a tratos crueles, inhumanos y degradantes: En el Establecimiento Penitenciario Nº9 (Provincia de Córdoba), las celdas de 3 metros x 4 tienen 12 camas cucheta triples. En cada celda hay 10 reclusos que permanecen encerrados durante 16 horas por día, sin instalaciones sanitarias, sin luz artificial, sin actividad de ningún tipo y sin espacio para moverse. No tienen ni mesas ni sillas, y los reclusos comen en la cama. Orinan y defecan en recipientes plásticos, excepto durante dos períodos de cuatro horas diarias cuando se abren las celdas y pueden acceder al baño y a un pasillo estrecho iluminado con luz de neón de aproximadamente 6-8 m2, que tiene un televisor y conecta cuatro celdas idénticas con un total de 40 reclusos.
"Los internos permanecen en estas condiciones sin ningún acceso ni a la luz del sol ni a espacios abiertos durante períodos que oscilan entre varias semanas y más de 6 meses, lo cual genera una sensación general de profunda angustia y desesperación.
"En las Comisarías provinciales No. 1 y 5 (Provincia de Buenos Aires), la Alcaidía de Varones y la Comisaría de Ibarreta en la Provincia de Formosa y en varios pabellones de las penitenciarías en Florencio Varela (Provincia de Buenos Aires) y Cruz del Eje (Provincia de Córdoba), numerosos hombres y mujeres duermen sin colchón, en el piso, sobre el cemento o sobre el elástico desnudo de las camas de metal. Cuando disponen de frazadas y colchones, los mismos están sumamente gastados, rotos y se están desintegrando.
"Las celdas están infestadas de insectos y/o ratas, se encuentran mal ventiladas e iluminadas, tienen instalaciones eléctricas improvisadas que cuelgan del cielorraso o de las paredes, o no tienen luz artificial de ningún tipo, y frecuentemente el acceso a los sanitarios es limitado, particularmente durante la noche. En otras celdas, las canillas no funcionan, obligando a los detenidos a tomar el agua de los inodoros que utilizan para orinar y defecar.
"Muchos hombres y mujeres manifestaron haber sido detenidos por la Policía durante períodos prolongados de varias semanas y hasta más de seis meses, muchas veces sin haber visto a un juez o a un defensor público y sin acceso al aire fresco ni a la luz solar.
"Debo enfatizar que las condiciones de detención que acabo de describir violan las normas internacionales y son totalmente incompatibles con la dignidad humana.
"No hay duda alguna de que, al permitir que surja, continúe y se exacerbe esta situación a pesar de los reiterados pedidos por parte de la sociedad civil y los mecanismos internacionales, la Argentina es responsable de una generalizada, y persistente violación de la Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. No existe justificación económica, política, jurídica o de otra índole, respecto de cualquier acción u omisión de los poderes legislativo, ejecutivo o judicial, que deliberadamente exponga a los seres humanos a estas condiciones intolerables".
El informe, que analiza todo lo vinculado con sobrepoblación, violencia policial y Derechos Humanos, se puede leer completo en este link.