Una anécdota pequeña, sencilla y muy significativa vivió un sanfrancisqueño que viajó a Roma y pudo compartir un mate con el Papa.
El hombre forma parte de un contingente de empleados de una empresa que llegó a Italia y visitó a Francisco, que circulaba por la puerta del Vaticano en Papamóvil, consignó Radiocanal.
En eso, el sanfrancisqueño le ofreció un mate. El Papa hizo frenar el vehículo y probó la ofrenda. ¿Habrá sido dulce o amarga?
Como sea, para el visitante será un anécdota memorable. También para el público, que vitoreó la espontaneidad de Francisco.