La Cámara 11° del Crimen condenó este 7 de noviembre a 11 años de prisión a dos hombres por el asesinato del hijo de Jorge "El Gallo" Altamira, sindicado por la Justicia como uno de los narcotraficantes con mayor peso en Córdoba.
Carlos Quiroga y su hijo Maximiliano estaban imputados por el crimen a puñaladas, en abril de 2016, de Diego Altamira, durante una pelea entre vecinos en barrio Colonia Lola.
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"Homicidio agravado por el uso de arma de fuego" fue la acusación sobre los dos miembros de la familia Quiroga. Si bien Altamira fue asesinado con un cuchillo, la Justicia agravó la imputación dado que Carlos Quiroga sacó un arma de fuego y trató de rematarlo.
El fiscal de Cámara Diego Albornoz había pedido 11 años de prisión, en tanto que el querellante Miguel Juárez Villanueva (en representación de la familia Altamira) solicitó 15 años. Los abogados defensores pidieron la absolución de los acusados.
Finalmente, el Tribunal se inclinó por la solicitud del fiscal Albornoz.
"Habíamos pedido una pena más alta, pero estamos conformes con el fallo", dijo a este diario el querellante Juárez Villanueva.
Al parecer, a la salida del juicio hubo incidentes y cruces entre algunos miembros de las familias Altamira y Quiroga, quienes viven a una cuadra y media de distancia y están enfrentadas hace años.
De hecho, el motivo del asesinato cambia según la versión de cada familia. Varios de los involucrados tienen historias violentas, como el caso de Carlos Quiroga, quien asistió al juicio en silla de ruedas debido a un disparo que años atrás lo dejó paralítico.
Tras la condena, padre e hijo fueron llevados a Bouwer.
Discusión y muerte. En la tarde del 13 de abril de 2016, Diego Altamira fue atacado a puñaladas en la puerta de la casa de los Quiroga, durante una discusión en la que participó "El Gallo" Altamira, actualmente preso por una presunta causa narco.
El joven intentó cubrirse con el brazo derecho y sufrió múltiples cortes en arterias que lo desangraron. Murió al día siguiente en el Sanatorio Parque de San Vicente producto de un shock hemorrágico.
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Dado que "El Gallo" había sido testigo del ataque, el jueves pasado fue trasladado desde Bouwer para declarar ante los jueces.
“Yo sabía que tenían problemas con mi hijo. Cada vez que pasaba por la vereda de ellos se ‘armaba’. Incluso cuatro meses antes, Carlos Quiroga le había pegado un tiro a Diego en la mano”, declaró Altamira.
"Si yo hubiera estado armado, esto no hubiera pasado", siguió, y aseveró que los Quiroga "hostigaban" a su hijo Diego y a la novia de éste, a quien le "gritaban cosas" cuando pasaba por el frente. También acusó a Carlos Quiroga de ser el "armero" del barrio.
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La familia Quiroga tiene otra versión sobre lo ocurrido. Durante la Instrucción, Carlos Quiroga reconoció que el problema venía "de hace un par de años" y culpó a Diego Altamira, quien siempre "hostigaba" a sus hijos. "Estaba pasado de rosca, se chupaba y ahí molestaba. Había problemas cuando se chupaba o se drogaba", manifestó.
Sus parientes, en tanto, sostuvieron que el problema venía porque Diego Altamira los "apretaba" para que ellos vendieran droga para "El Gallo".
"Hace muchos años, nosotros 'vendimos' para los Altamira. Cumplimos penas en la cárcel por eso. Tiempo después decidimos cambiar de vida y conseguimos trabajos. A ellos eso les molestó, y por eso siempre nos amenazaban para que volviéramos a ser sus 'perros'", aseguraron.
