Carlos Martínez, el Negro Chimi, volvió a ser detenido, esta vez con más de siete mil dosis de cocaína y más de 100 mil pesos, en un golpe devastador para el imperio que construyó en el extremo este de la ciudad, en su histórico territorio de barrio Maldonado y las villas que lo rodean.
A sus 46 años, y con tantos antecedentes penales a cuestas, esta vez El Chimi quedó expuesto a recibir una larga condena. Lo sabe, por eso este jueves a la tarde, cuando le pusieron las esposas y lo cargaron en una de las camionetas negras de la Fuerza Policial Antinarco, sólo repetía que no le importa volver a la cárcel. Antes, cuando los efectivos lo sorprendieron en la calle, varios vecinos salieron en su defensa y llovieron las piedras sobre los móviles.
La sospechas de que El Negro Chimi había regresado a las malas circulaban desde hacía más de un año y medio. Su prontuario le precedía: había salido de Bouwer tras cumplir la condena impuesta en 2008, cuando se lo declaró responsable de vender y distribuir cocaína y marihuana en las villas La Josefina y Los Galpones y en barrio Maldonado. Volvió al barrio y un grupo de madres apuntó contra él ante el secretario de Seguridad, Diego Hak, quien judicializó los datos. Luego, la investigación de la FPA que terminaría cercándolo.
De acuerdo con la sentencia de 2008, El Negro Chimi estiraba cocaína en el patio de su casa de calle Río Salado. Hace una década, cuando lo allanaron en agosto de 2007, tenía casi medio kilo de cocaína, cafeína y la acetona sobre una mesa de madera en los fondos de la vivienda. En el piso, al lado de la mesa, las ollas para "cocinar". Había más droga envuelta en la casa y fraccionado en el interior de un Peugeot 2006. Con él fue detenido un grupo de vecinos, considerado parte de su estructura. Por esa época trabajaba para Alejandro "el Chancho" Sosa (preso). ¿Para quién lo hará ahora? ¿Quién será su proveedor? Preguntas que aún no tienen respuestas.
En la misma sentencia de 2008, el Tribunal Oral que condenó a El Negro Chimi pidió la investigación de Elio Juncos, hermanastro de Sosa e hijo de la exlegisladora y exfuncionaria Liliana Juncos. Ocurrió que cuando los policías allanaron uno de los quioscos, en agosto de 2007, una mujer salió del domicilio con 60 mil pesos y subió al auto que conducía Juncos, por lo que se sospechó que recaudaba de la droga. Pero en el sistema público de la Justicia Federal no hay ninguna sentencia contra Elio Juncos.
Hace una década, se allanaron 10 viviendas de la zona. Ayer, el día en que El Negro Chimi regresó a Bouwer, los grupos de la FPA irrumpieron de manera coordinada en siete casas de los pasajes América y Berutti, atrás del cementerio San Vicente. Con el Negro Chimi cayeron tres personas y fueron cerrados sendos puntos de distribución. El monto de la droga incautada superaría los 700 mil pesos.
Cuando vio las camionetas frente a su casa, Carlos Martínez, el Negro Chimi, salió corriendo con una mochila. A los pocos metros quedó cercado. En el bolso había 6.580 dosis de cocaína y 60.276 pesos. 574 dosis de cocaína y 52.905 fueron secuestrados de otros domicilios. Llovieron las piedras, lo esposaron y llegó a Bouwer.