Esta mañana se conoció la muerte de Blas Correas de 17 años, quien recibió un disparo, que según confirmó la fiscalía, fue un arma proveniente de agente de la policía de Córdoba. A raíz del suceso, se conocieron diferentes versiones sobre los hechos.
Desde la clínica Aconcagua, aclararon que nunca se dió aviso al personal médico de urgencias sobre la situación del joven herido por un arma de fuego.
Cabe recordar, que luego de que Blas recibiera el impacto de bala, sus amigos a bordo del Fiat Argo, se frenaron en la puerta de la clínica Aconcagua de la ciudad de Córdoba para recibir ayuda.
"Tenemos guardia activa de 24 horas, pero ningún médico se enteró de este episodio porque el empleado administrativo que los recibió, no dio aviso al cuerpo médico. Sólo les dio indicaciones sobre cómo proceder en este tema", aclaró el director de la clínica, Roberto Chacón, en Cadena 3.
Según testimonios de la clínica, una de las ocupantes del vehículo fue la encaragada de dar alerta de la situación un trabajador que se encontraba en la recepción del nosocomio.
Chacón dijo que: "el empleado le dijo que lo lleve al de Urgencias o que llame al 107. La chica le señaló que estaban en un vehículo y que la ayudara a subir a su amigo. El joven estaba en la vereda del lado del sanatorio".
Finalmente los jóvenes se retiraron del lugar con Blas herido en el auto, y fueron interceptados por la policía en la Av. Chacabuco y Corrientes, en pleno centro de la ciudad, donde se terminó confirmado la muerte del joven.
Por el hecho, dos policías quedaron imputados y detenidos. La Justicia sigue investigando e intenta reconstruir el acontecimiento para esclarecer el caso.