Por Juan Manuel González.
Héctor "la Coneja" Baldassi quedó a un paso de ser reelecto diputado nacional por Córdoba, cargo que estrenó en 2013, cuando con una bizarra campaña logró llamar la atención del 14,5 por ciento de los cordobeses.
Pero este Baldassi es otro, es la estrella en ascenso de la política cordobesa, y quizá por eso admite ante Día a Día que le molestó sentirse "ninguneado" por los políticos profesionales desde que desembarcó en el torneo de ascenso de los dirigentes: el Congreso Nacional.
–¿Quién es el padre de la victoria?
–No hago ese análisis. Los cordobeses son parte del cambio: en 2015 dimos el puntapié inicial y el domingo lo ratificaron...
–Pero ¿es un aval a Macri, a Mestre, a usted?
–En esto Mauricio tiene mucho que ver: vino a Córdoba nueve veces en los 18 meses que es presidente. A partir de su llegada a la Rosada, Córdoba empezó a ponerse de pie. La Nación tiene un acompañamiento muy grande y él sabe que Córdoba es el tractor del país.
–¿Le sorprendió el viraje de Unión por Córdoba en el discurso de la campaña?
–La autocrítica deben hacerla ellos, si lo consideran.
–Martín Llaryora lo desafió públicamente a debatir. ¿Está dispuesto a hacerlo?.
–Yo tengo un comando de campaña y ahí se decidirá. Pero también, para refrescar la memoria: debatí con todos los candidatos en 2013. Y en 2015 (Oscar) Aguad desafió a Schiaretti a debatir, y Schiaretti no debatió. Es más: Cambiemos presentó en la Legislatura un proyecto para reglamentar el debate, y Unión por Córdoba lo tienen cajoneado. Mi debate es con la gente, yo no me escondo, yo hago la política de carne y hueso. Mi pelea es con los problemas de la gente, no con los políticos.
–¿Vio en la campaña el 40 por ciento de pobreza?
–Y sí. Lo primero es reconocerla y tener un diagnóstico. Y a partir de los números focalizar la solución. Claro que tenemos reclamos, pero son reclamos positivos. El cordobés sabe que se acabaron esas campañas ostentosas, la gente sabe que nosotros no le mentimos, que no tomamos atajos. Y eso lo palpás en la calle.
–¿Es posible superar los 45 puntos logrados el domingo?
–Vamos a seguir caminando con simpleza y humildad.
–¿Es consciente de que le ganaron a la mayor maquinaria de triunfos electorales en Córdoba de los últimos 20 años?
–Te lo dije: la gente no es tonta, la gente ve todo lo que significó la ostentación de las campañas, y la gente no quiere más eso.
–También hay que pensar que es una elección en la que no se juega el gobierno.
–Nunca dijimos que se estaba plebiscitando al Gobierno provincial o municipal. Siempre dijimos que el plebiscito era sobre el modelo de país que queremos. Y la gente ve la cantidad de obras que hay en la provincia. No me lo contó nadie: yo viví el 15 de febrero de 2015, con la inundación en las Sierras Chicas. Y fuimos (a la Nación), peleamos, golpeamos puertas, pedimos ayuda; y se nos rieron en la cara. Y hoy eso no pasa más.
–¿Quiere ser candidato a gobernador en 2019?
–Mi objetivo es el 22 de octubre. Buscar unos puntitos más. Cambiemos va a elegir a un candidato a gobernador de peso, pero no es el momento. Cambiemos aspira a tener la oportunidad de gobernar la Provincia.
–Tienen un desafío con los egos... hay varios que quieren ser candidato a gobernador.
–Que vayan al psicólogo si tienen un problema con el ego. Primero hay que ganar el 22 de octubre.
–¿Siente que 'jubiló' a De la Sota, que no fue candidato y se fue de viaje el mismo domingo, antes de los resultados?
–Nooo, nooo. Se va a tomar unas vacaciones merecidas. Hay que preguntarle por qué no fue candidato. En Río Cuarto, un bastión de De la Sota, lo superamos.
El ninguneado sobrevivió
"Muchos pensaron que yo era un prestanombre, y en cuatro años demostré qué se puede lograr con equipos de trabajo. La política se comió a varios que llegaron sin ser políticos. Y yo me siente orgulloso de haber sobrevivido y de haber sido el número 1 de la lista ganadora", dice Baldassi
–¿Se sintió ninguneado durante la campaña?
–No es bueno que a uno lo ninguneen o lo subestimen. Pero sí, lo vengo soportando desde hace cuatro años.
–¿Y cuál es su balance personal a cuatro año de haberse metido en política?
–Costó tomar la decisión. Tuve temor de dar ese salto. Ahora sé que no hace falta ser de la política para representar a los cordobeses en el Congreso, sino tener sentido común y escuchar.