Cada mirada, cada rostro, cada sonrisa, cada lágrima. Todas tenían un significado especial, todas contaban una historia de dolor, pérdida y superación.
El fin de semana, se vivió en Córdoba una particular jornada de voluntariado no apta para aquellos que piensan, sienten y dicen que "el mundo está perdido".
Vaya si los que participaron allí no se encargaron de demostrar que ese argumento queda "tan flojo de papeles" a la hora de ponerse a trabajar por "el otro".
Bajo el nombre Conectamundos y con el lema Más cerca llegamos más lejos, voluntarios de la empresa Telecom participaron de un evento solidario denominado Manotón.
Esta iniciativa se caracteriza por generar espacios de encuentro solidario donde la tecnología es el motor para la transformación social, en línea con el espíritu de los programas de sustentabilidad de la empresa.
Más de 100 colaboradores realizaron 21 prótesis de manos y brazos mecánicos impresos en 3D, junto a Gino Tubaro y su equipo de Atomic Lab.
Los voluntarios, tras una breve capacitación, ensamblaron las piezas y entregaron las prótesis de manera gratuita a quienes las necesitaban.
Y allí estaban las verdaderas historias, esas que conmovieron a todos los que participaron del evento.
En ese marco se encontraba Miguel Carranza, un hombre mayor de unos 77 años.
Detrás suyo un camino transitado entre ser uno de los mejores en el deporte que practicaba, el boxeo, para luego sufrir un terrible accidente que le costó nada menos que perder su brazo derecho, ese que arrojaba los mejores golpes arriba, en el ring.
Pero no se dio por vencido ni mucho menos. Siguió trabajando en su Río Tercero natal y concurriendo a su médico, Mario Homobono, para siempre tener los cuidados necesarios en materia de salud.
Y acá está el otro protagonista de la historia, aquel que se enteró del programa de voluntariado y la colocación gratuita de prótesis y lo anotó.
Pero, quiso el destino que no pudiera concurrir ese día a acompañar a su paciente por lo cual lo hizo su hijo.
Miguel tuvo su prótesis y su relato y agradecimiento llenaron de lágrimas los ojos de aquellos que compartieron ese momento.
Junto con él, muchas otras personas, entre ellas niños, recibieron también las prótesis para poder recuperar parte de los movimientos que perdieron.
Cada una de ellas es única, porque se realizó a medida para cada persona, y le permitirá disfrutar nuevamente de distintas actividades como escribir o tocar un instrumento.
De esta manera, quienes participaron del Manotón como beneficiarios se llevaron a su casa la prótesis que necesitaban y la experiencia de un día compartido con los colaboradores de la empresa entre anécdotas y risas.
Esta actividad se suma a la que tuvo lugar hace una semana en Salta y en diciembre se implementará en la sede de Telecom en Buenos Aires.
Atomic Lab es una organización creada por el joven inventor Gino Tubaro, que entrega manos y brazos impresos en 3D de manera 100% gratuita a quienes los necesitan y solicitan.
Actualmente cuenta con más de 2.000 pedidos alrededor del mundo, que logra responder gracias a la colaboración de instituciones y empresas en todo el país.