Peter Lanzani es uno de los protagonistas de la comedia Sólo se vive una vez, que tiene un elencazo que cuenta con Gérard Depardieu, Santiago Segura, Pablo Rago, Luis Brandoni, Eugenia Suárez y siguen las firmas.
Antes de su estreno, previsto para este jueves, conversamos con él, que pasó por nuestra redacción.
–Es una peli divertida, para reirse un rato ¡y tiene una acción! A todo trapo, con explosiones posta, que tiraban una ola de calor. Hay mucho empeño, ganas. En el rodaje no teníamos un tiempo enorme, un ritmo riguroso.
–¿Mucho ensayo?
–Tuvimos mucho ensayo porque a las comedias hay que encontrarles el tono. Si no le encontrás el tono y vas a buscarlo en el set, perdés mucho tiempo.
–Tiempo atrás, Darío Lopilato nos contaba que estaba parado al lado de Depardieu. Hay muchas figuras.
–Esta Brandoni, Rago, Darío, la China, Depardieu, Segura, Carlos Areces y Hugo Silva, que son un top 3 de España tremendo. La verdad es que fue un elenco enorme y nos llevamos todos increíble. Todos aportamos todo el tiempo y después salíamos a comer, a tomar algo. Hubo una energía muy linda y en la búsqueda se encuentran cosas y más cuando hay buena onda, todo fluye mucho más fácil. Terminó siendo una película mucho más grande de lo que pensábamos.
–¿Ya la viste?
–Ya la vi y me divirtió muchísimo.
–Se nota ¿viste la famosa química de la que se habla tanto?
–Es que yo creo en eso. Se nota mucho porque yo creo mucho en las energías. Cuando la gente que lo está haciendo se está divirtiendo, eso lo traspasa. Yo siento que te das cuenta y había muy buena onda. Con los que más tenía era con Rago y Darío, que pegamos una onda bárbara y parecíamos los Tres Mosqueteros. Fue impresionante, nos divertimos muchísimo, encontramos el humor, agregamos cosas.
–Tu personaje tiene que hacerse pasar por un rabino. ¿Cómo lo trabajaste?
–Es un chanta. Tenía que tener bien en claro bien de dónde viene y para dónde va, para no adelantar chistes o dejarte picando la pelota para clavarla en un ángulo. Me apoyé mucho en los demás, es una comedia muy de situaciones, de atmósferas. De repente hay escenas donde estoy vestido de judío ortodoxo, en una iglesia católica y Pablito Rago es mi hermano y es cura. Ya la situación es graciosa y entonces se confió mucho en eso.
–¿Marca un cambio con lo anterior, con la última imagen tuya que quedó en el cine?
–Sí. Creo hay que probar, hay que hacer. Tengo 26 años y ya voy a tener tiempo para dedicarme a algo. Últimamente me vine dedicando a un estilo. El año pasado hice tres pelis, dos venían por ese lado y esta tercera era como algo súper novedoso para mí. Nunca había hecho comedia y tenía la oportunidad de laburar con Gérard Depardieu que es una eminencia del cine. Y tener un personaje que de ser un chanta pasa a ser un héroe de acción. No usamos dobles de riesgo.
–¿No?
–Eso estuvo bueno. Las explosiones. Explotaba un auto y yo estaba ahí. Hay un momento en que salto de un quinto piso ¡y salté posta! Lo hicimos con un cable agarrado.