Son rostros que el número puro y duro nunca alcanzará a reflejar. Padres, hijos o abuelos que aguardan su segunda oportunidad. En Córdoba, como en el resto del país, la cantidad de personas que aguarda por un órgano supera ampliamente a la de aquellas que logra ser trasplantado.
Según cifras del Instituto Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), un total de 827 cordobeses esperan hoy por un órgano y otros 149 más aguardan por un tejido. La cifra supera ampliamente a la cantidad de pacientes que logran ser trasplantados: 64 en lo que va del año.
“La brecha es bastante grande y siempre vamos por detrás de la lista de espera. Por eso apuntamos a generar una sociedad donante y así tendremos muchas más posibilidades”, informó Marcial Angós, director del Incuai en Córdoba.
El concepto de sociedad donante será reforzado hoy en una jornada destinada a celebrar el Día Nacional del Donante. Desde las 9 a las 15, en la Plaza San Martín, los voluntarios podrán anotarse el registro y recibirán una cinta verde, que representa la esperanza.
Según datos del Incucai, los pacientes renales figuran en el tope de la lista de espera, seguidos por los hepáticos y cardíacos.
En lo que va del año se procuraron además 73 órganos y se registraron 24 donantes reales. Los accidentes cerebrovasculares siguen siendo la principal causa de muerte de las personas que aportan sus órganos, seguidos por los traumatismos de cráneo.
¿Cómo estamos con respecto a otros años? Según Angós, si mantenemos la cantidad de donantes registradas en los primeros cinco meses del año, mejoraremos la performance registrada en 2016.
“En donación de órganos es muy difícil planificar, porque trabajamos con la muerte, con los equipos de salud y la solidaridad de la gente. En Córdoba tuvimos un récord en 2015, posiblemente vinculado a los cambios políticos. Y luego bajamos en 2016”, indicó Angós.
Las líneas de acción continuarán este año con las capacitaciones a los docentes, la formación de los recursos humanos en las facultades de medicina y los coordinadores hospitalarios que hoy funcionan en siete centros de salud.
Aquellos que deseen expresar su voluntad de donar pueden hacerlo en la página de Incucai.
Con el lema “los órganos no van al cielo”, familiares y amigos de Maximiliano Molina realizaron a comienzos de año una campaña para promover la donación. El cordobés de 11 años logró ser trasplantado de corazón y ahora su caso ayuda a inspirar a la población.
Sus compañeros del colegio Santo Tomás salieron a repartir volantes en Patio Olmos.
En la Unicameral existe un proyecto de ley para garantizar la reinserción social del paciente trasplantado y en lista de espera. La iniciativa promovida por Ecodaic se encuentra en Comisión de Salud.