El Fiscal Francisco Azcué brindó detalles acerca de la causa que lleva adelante contra la banda que fue desbaratada en Concordia días atrás luego de un operativo policial sin precedentes que incluyó 17 allanamientos en simultáneo y la movilización de 300 efectivos de la fuerza.
La megabanda operaba como una verdadera agrupación criminal que vendía droga y armas y de la cual participan también efectivos policiales. La investigación para poder desbaratar la organización llevó seis meses y se inició luego de que una vecina de Colonia Roca se animara a denunciar al hombre que había asaltado a su hijo. El ladrón era el policía encargado del destacamento de su barrio.
En declaraciones a UNO, el fiscal que instruyó la causa, junto a otros agentes de la Unidad Fiscal de Concordia contó: "Es una causa especialmente grave y compleja. Hay todo tipo de delincuentes, ellos mismos se consideraban profesionales. La virtud del criminal radica en la capacidad de perpetrar el hecho y que no los descubran, por eso el procurador instruyó que la Fiscalía preste especial atención y trabajar para los hechos más graves. Estos son los peces gordos, los profesionales. Por eso pedimos 90 días de prisión preventiva. Hay muchísimas víctimas que necesitan protección. Además hay muchas personas que intervinieron, que están afuera. Hay mucha gente que es funcional a ese tipo de delitos, funcionales a que la Justicia no sea efectiva. Por eso vamos a ir hasta las últimas consecuencias".
Tras la denuncia de la vecina de Colonia Roca, se destapó todo el accionar de la banda. "Debido a la gravedad de la situación resolvimos pedir la intervención de las líneas telefónicas. Así surgen las personas que compraban y vendían armas y balas. Se encontraron en la casa de uno de ellos muchísimas armas, hasta un fusil Mauser, carabinas Winchester, muchísimas municiones, hasta un cargador con balas de un FAL. Ese mismo policía fue imputado por Facilitación de la prostitución. En escuchas se advirtió que le brindaba protección a un prostíbulo que funcionaba en Colonia Roca, incluso llevaban ahí la droga y la almacenaban. Después escuchamos cómo se iban vinculando con otras personas, que eran intermediarios o compradores. No eran células con autonomía, tenían sus referentes y se vinculaban entre sí, se conocían, la vinculación era con referentes de cada uno. Hubo permanencia de vínculos con fines ilícitos", detalló el fiscal Azcué.
A medida que la investigación avanzaba la causa se iba profundizando adquiriendo ribetes sin precedentes para la zona. Al respecto, el fiscal indicó: "Tuvimos que ir nosotros a los lugares a averiguar en forma sigilosa. Dio resultado, pudimos establecer quién era el Pato Castro, uno de los referentes de ese grupo. Ahí empezamos a ver cómo estas células se vinculan con las otras, y el modus operandi".
En relación al accionar y la forma de organización que tenía la megabanda, el fiscal informó: "Surge claramente que siempre tenían un marcador, un informante, nunca hacían robos al azar ni al voleo, siempre había alguien que conocía el lugar, la casa y las personas. Hacían un estudio previo, iban a la casa, pasaban, la marcaban, se fijaban si había cámaras, cómo entrar y salir, los horarios. Incluso manejaban las variables, si había que ir uniformados de policías o con qué ropa. Hasta ponían a una persona que seguía a las víctimas. Siempre buscaban víctimas vulnerables, gente mayor o que vivían solas. En uno de los hechos el plan era robarle a una señora mayor que vive con un chico discapacitado, comenzaron a ejecutar el hecho, un vecino los vio, empezó a gritar y les frustró el robo".