Si hablamos de solidaridad, compromiso, de no bajar los brazos pese a las vicisitudes de la vida, de inmediato pensamos en una gran familia, la de la Fundación “Merendero Panza Caliente”. Cristian Abratte y Gabriela Barroso son los precursores de una iniciativa que nació a mediados del 2017 y que con sumo esfuerzo cotidiano, fue expandiéndose con un único y principal objetivo: asistir a las familias más vulnerables de Villa Carlos Paz y localidades aledañas.
Este lunes, fue a Cristian a quien le tocó colocarse ese famoso traje colorado, con una barba blanca y hasta simulando haber subido de peso, es que él era “Papá Noel”, ese ser que con mucho afecto empezó desde temprano a repartir los juguetes que recolectaron durante tres meses, los lavaron, limpiaron, reacondicionaron y hasta restauraron en familia, todo para entregárselos a ellos, a las niñas y niños de los barrios mal vulnerables de Carlos Paz, llegando a la cifra que esperaban: 500 bellas y radiantes sonrisas.
“Hoy hicimos la entrega de Papá Noel para quinientos niños, llegamos a nuestro propósito, repartimos quinientos juguetes. Hace más de tres meses que venimos juntando y hace más de quince días que venimos trabajando para este evento, el cual se hizo en Panza Caliente (calle Brasil 445) para todas las familias y todos los que pasaban y también se llegaban a buscar un juguete”, dice Cristian Albratte en diálogo con VíaCarlosPaz a minutos de haber concluido una hermosa labor, la que ellos mismos califican como de “felicidad plena”.
Y siguió: “Lo que ves es el reflejo de esa alegría que no tiene precio. Verlos que salían y se maravillaban con los juguetes para nosotros es fantástico, Damos gracias a la gente que nos ayuda, nos acompaña. Ayer (domingo) compramos desde la Fundación unos juguetes que nos estaban faltando para llegar al cupo. ¡Somos felices!”, destaca este padre de familia, mentor y quien junto a su esposa lleva adelante el merendero.
Además de un juguete perfectamente envuelto, cada uno de los pequeños también recibieron un alfajor, un licuado y un turrón “para que se vayan merendaros”, agrega Cristian. “Dios es muy bueno y la gente que nos acompaña en Panza Caliente, un equipazo de mamás que hace quince días venimos lavando, cosiendo, refaccionando, y armando juguetes, así que lo podemos decir: lo volvimos a hacer, de la mano de Dios y de la mano de toda la gente que nos conoce y se nos sigue sumando”, exlama.
La Fundación no solamente asiste a familias de esta ciudad y de localidades aledañas con alimentos, meriendas, calzados y prendas de vestir, sino que también posee su espacio para la lectura apuntando a un aprendizaje más integral y siempre a beneficio de los que menos recursos u opciones tienen.
Asimismo, también asisten a un merendero de Villa de Soto, que también pertenece a la Fundación y a donde en las próximas horas enviarán “una buena cantidad de juguetes” -dice Abrette- además de bolsones de alimentos.
“Somos felices, hemos terminado un año de la mano de Dios, tomados de él y con una pandemia que fue difícil mantenerla. A nosotros no nos sobreabundó pero nunca nos faltó. Y lo hicimos de nuevo. Felices, felices de ser Panza Caliente”, completó visiblemente conmovido con lo logrado este lunes desde un rincón de la zona sur de Villa Carlos Paz.
Cristian, Gabriela, Camilo, Martina, Isaías, son parte de esta gran familia “Panza Caliente” que junto a un equipo de mujeres de la zona, son los que con esfuerzo y dedicación llevan adelante esta tan noble e inmensa labor.
Para quienes puedan colaborar, sumarse a la iniciativa u obtener mayor información, contactarse a cualquiera de los siguientes teléfonos: 03541-15650241 / 03541-15317045.
¡Gracias, Panza Caliente!