El femicidio de Cecilia Basaldúa, cometido en abril de 2020 en Cruz del Eje, genera cada vez más dudas. En el marco del juicio, que se desarrolla en los tribunales de Cruz del Eje, ya declararon como testigos los polícias implicados en el caso, los forenses, Mario Mainardi, quien es señalado como sospechoso por la familia Basaldúa, y otros testigos de la última noche que vieron con vida a la mujer. También prestaron testimonio los hermanos de la víctima y el pasdo viernes se realizó la inspección ocular en el descampado en donde fue encontrado el cuerpo. Lo cierto, es que las contradicciones entre los testimonios y los cabos sueltos que quedan frente a este crimen recaen sobre un proceso judicial plagado de irregularidades.
Cabe recordar que la acusación Lucas Bustos, como autor del femicidio, recae únicamente en la supuesta confesión que habría realizado en la comisaria de Capilla del Monte en el momento en que apareció el cuerpo de Cecilia. No hay pruebas materiales, ya que no se encontraró material genético de Bustos en el cuerpo de de la víctima, ni visiversa.
La situación se complejiza si tenemos en cuenta los testimonios de los policías, sobre todo el relato de Rivero dando cuenta de la presión a la que el joven fue sometido. Además no hay acta del testimonio y el mismo jefe de investigaciones de la Departamental Punilla, Alejandro Bracamonte, admitió que se trató de una entrevista informal.
Por su parte, el jueves pasado declararon los hermanos de Cecilia quienes aseguraron que la joven nunca, en todos los viajes que realizó por latinoamerica dejaba de comunicarse. “Estando en México, en los lugares más recónditos. Nunca andaba sin su mochila. Su mochila era su casa”, expresó Facundo Basaldúa.
Además los familiares de la víctima expresaron que todos los mensajes que tenían de su hermana se los enviaron al responsable de la investigación; el ex subcomisario Zárate, quien actualmente se encuentra preso en el penal de Bower por robo, lesiones y privación de la libertad de una menor. En el marco de los testimonios, Soledad recordó un episodio que resulta llamativo: el 20 de abril de 2020, una semana antes de que Cecilia fuera encontrada sin vida, las amigas le enviaron la captura de pantalla de Faceboook con la noticia de un portal en la que se informaba que se había encontrado el cuerpo de una mujer en Capilla del Monte. Ella se le habría pasado esa información a Zárate, pero la noticia, llamativamente, fue borrada.
Desde el blog que lleva adelante la Mesa de Trabajo Justicia por Cecilia Basaldúa, integrada por el Movimiento Plurinacional Disidente y Feminista de Capilla del Monte, Asamblea Ni Una Menos Córdoba, Asamblea Ni Una Menos Córdoba y la Mesa de trabajo por los Derechos Humanos de Traslasierra, expresaron: “El testimonio de los más cercanos a Cecilia exhibe cómo la fiscal de instrucción Paula Kelm dejó de lado todos los planteos de la familia -sustentados en comunicaciones concretas con la víctima- y sus fundadas sospechas sobre Mainardi”.
Por último, el viernes pasado se realizó la inspección ocular en las afueras de Capilla del Monte, a unos dos kilómetros de la ruta 38, en el descampado en dónde apareció el cuerpo de Cecilia. Una de las dudas que intentaron aclararse en la inspección es si el cuerpo fue trasladado al lugar o si los hechos que derivaron en la violación y en el crimen de Cecilia ocurrieron en ese mismo lugar.
El procedimiento fue complejo puesto que el espacio resulta casi inaccesible y algunas personas no puedieron llegar ni si quiera con la ayuda del DUAR (Departamento Unidades de Alto Riesgo) perteneciente al cuerpo de Bomberos de la provincia. La prensa no estuvo presente en esta instancia, pero pudo conocerse que fue un momento muy díficil para la familia ya que era la primera vez que regresaban todos juntos al sitio en donde apareció la víctima.