La quincuagésima novena edición del Festival Nacional de Folklore Cosquín 2019, se lució en su octava luna, Luna que danza, con un emotivo cierre a cargo del Duo Orellana Lucca.
Y si bien en la noche de este domingo se producirá el cierre con la concreción de los shows de la novena luna, algo que ya ha quedado claro en el Festival es que el folklore vive y late, por todos los rincones y en todas las generaciones, atravesadas por una realidad que también los compromete y los compulsa a seguir escribiendo, seguir ensayando y manifestándose frente al público de la plaza Próspero Molina.
La octava luna había comenzado como siempre con el show del Ballet Carmín y a continuación se pudo disfrutar de La Callejera, estos padrinos del poncho coscoíno que dijeron "Presente" en el Atahualpa, dando comienzo a la serie de shows variados y eclécticos pero pletóricos de felicidad.
De un extremo al otro fueron pasando por el escenario distintos artistas hasta llegar al anteúltimo número en el escenario mayor del Folklore, ni más ni menos que el Dúo Coplanacu, siempre dispuesto a ir por más.
Público entusiasta y generoso para con el folklore si los hay premió con cálidos aplausos a José Luis Aguirre, a Horacio Banegas, en una octava luna que danzaba.
Artistas consagrados y nuevos valores, recorriendo el escenario mayor y generando mucha música para el deleite del respetable. Así pasó Juan Inti Lezana Reboredo, flamante ganador como solista instrumental del Certamen para Nuevos Valores Pre Cosquín 2019; y también lo hizo el genial Chango Spasiuk.
Como en cada noche, esta vez la delegación de San Juan tuvo su lugar en el Festival Nacional del Folklore.
Una placentera mezcla de sensaciones fue el homenaje a Zitto Segovia en la plaza Próspero Molina.
Y ni qué hablar de la tremenda huella que dejó en el Atahualpa Yupanqui, La Bruja Salguero, en esta ocasión junto a Eruca Sativa y otros tantos invitados que potenciaron a esta artista generosa y comprometida con el desarrollo de la música de raíz folkórica.