Durante once días consecutivos, bomberos voluntarios, personal de Defensa Civil, efectivos policiales, aviones hidrantes y Servicios de Emergencias, enfrentaron con ahínco y sin descanso las llamas que devoraron una importante parte de las sierras del Valle de Punilla y en diferentes localidades de la provincia de Córdoba.
Lo cierto es que pese a la ardua e imparable labor, el fuego no dio tregua dejando un saldo desolador.
Hoy, a un par de días del último foco sofocado en un campo de Copina en Icho Cruz, amortiguado por un notorio descenso de la temperatura y lluvias dispersas que contribuyeron con su total extinción, llegan los datos recabados en cuanto a los daños sufridos por los diferentes focos de incendios.
De acuerdo a los primeros datos, la superficie dañada en las sierras de Punilla sería de unas 2500 hectáreas, de las cuales, 1830 corresponden solamente al saldo que dejó el incendio iniciado en La Cumbre y que culminó en Villa Giardino.
Mientras que a nivel provincial, la cifra asciende a unas 11 mil las hectáreas afectadas por el avance del fuego y en donde su flora terminó completamente destruida.
Cada uno de los incendios registrados en las sierras, como el de Cosquín, Bialet Massé, los de Santa María de Punilla, el de Dique Los Molinos y el de Copina, mantuvieron en vilo a toda una comunidad y a los efectivos voluntarios que no dieron a basto durante largas e interminables jornadas.
En cuanto al riesgo de incendio, se mantiene "alto" en todo el territorio cordobés ya que se aproximan jornadas de intenso calor aunque con posibles chaparrones y un elevado porcentual de humedad.