Durante el verano, devastadores incendios forestales en varios países incluido el nuestro quemaron cientos de miles de hectáreas, destruyeron miles de estructuras y pusieron en peligro innumerables hogares y vidas que requirieron una respuesta de emergencia rápida y organizada por parte de los equipos locales.
Para ayudar en los esfuerzos de respuesta y evaluación de daños, las fuerzas de prevención necesitan una mejor manera de ver estas áreas. Ahí es donde entraron los drones. Estos sistemas aéreos no tripulados (UAS) se están convirtiendo en una parte cada vez más importante de la respuesta a desastres. Pueden ayudar con una variedad de actividades, desde proporcionar al personal de emergencia un conocimiento rápido de la situación hasta crear mapas de las áreas impactadas.
Las fuerzas del orden que trabajan en estos incendios usan imágenes aéreas de las áreas impactadas mediante los drones. Esto sirve para proporcionar a múltiples agencias y al público las imágenes que necesitaban para realizar evaluaciones de incendios e impulsar los esfuerzos de recuperación.
La capacidad de tener información geoespacial actual y precisa es clave para ayudar al trabajo.
Responder a un incendio forestal devastador requiere una planificación adecuada y una gestión eficiente. Para que los drones sean una parte útil de este proceso se necesita definir primero las áreas donde se tienen que capturar las imágenes y luego, una vez que se realizan los vuelos, administrar los datos de las imágenes y los metadatos que se cargan en la nube para su procesamiento a efectos de evaluar medidas rápidas y eficaces
Ciertamente hay desafíos físicos durante un incendio forestal con humo y visibilidad, árboles caídos y líneas eléctricas, calor sumado a no poder trabajar en conjunto durante una pandemia global que nos rodea y entorpece aún más las acciones a ser llevadas a cabo.
El empleo de este flujo de trabajo integrado, en lugar de herramientas separadas, sirve para todo, desde la planificación de la misión hasta la unión de las imágenes para tener la magnitud y evolución del siniestro, lo que sin duda ayuda a agilizar los esfuerzos de respuesta y recuperación para los incendios.
Cuanto menos tiempo se pasa haciendo informes y planificando las misiones, más tiempo se tiene para recopilar datos en pos de hacer una acción más eficaz.
El impacto humano y la devastación son duros de pasar por lo que amerita un trabajo sólido y el dron muestra ser una buena herramienta para la toma de decisiones que debe ser tenida en cuenta por todos los equipos especialistas.