La resistencia a los antihelmínticos es un rasgo genético de los gusanos resistentes que les permite sobrevivir a los tratamientos que previamente demostraron ser efectivos. Ocurre como resultado de la selección a lo largo del tiempo por parte de la pequeña población de gusanos que son intrínsecamente capaces de sobrevivir a los tratamientos.
Se asocia comúnmente:
- con el uso frecuente de productos químicos dentro de la misma clase química,
- sobredosificación debido a una mala estimación de los pesos,
- mala técnica,
- no calibrar el equipo antes del uso
- desparasitar el ganado innecesariamente.
La forma en que administramos el producto también afecta la tasa de desarrollo de resistencia. El uso de productos de vertido da como resultado una dosificación variable de los animales. Parte del producto vertido se absorbe a través de la piel y otra parte se absorbe lamiendo el producto de sí mismos y de otros animales. Por lo tanto, los comportamientos de lamido de diferentes bovinos también pueden resultar en una dosis insuficiente y, por lo tanto, idealmente deberían reservarse para escenarios en los que las instalaciones para el manejo del ganado son deficientes y la seguridad humana es una preocupación. Los inyectables u orales son la forma más efectiva de administrar una dosis consistente al ganado.
Para manejar la resistencia a los antihelmínticos en el campo se recomienda que los productores realicen un recuento de huevos de lombrices fecales (WEC) de rutina como una herramienta de monitoreo para evaluar la necesidad de desparasitar. Los recuentos de huevos de gusanos se correlacionan con el número total de gusanos en el animal, y esto a su vez se correlaciona con las pérdidas de producto que se producen. Las cargas bajas de gusanos producen poco impacto en el ganado, mientras que las cargas altas le quitan al ganado la ganancia de peso diaria, la eficiencia de conversión alimenticia, la producción de leche y, en el peor de los casos, pueden matar al ganado.
Además del monitoreo de WEC, los agricultores deben realizar un seguimiento de la eficacia del desparasitado con pruebas simples de ‘antes y después’. Los controles de la eficacia del producto se realiza recolectando muestras para un WEC el día 0 (día de empapado) y luego nuevamente 14 días después. Se cultivan muestras de estiércol y se identifican los gusanos restantes. El WEC obtenido se puede utilizar para estimar el porcentaje de cada tipo de gusanos muertos por un tratamiento.
Se utiliza un punto de referencia del 95 % de eficacia para indicar si un tratamiento está funcionando a un nivel adecuado de eficacia y para identificar la resistencia. El conocimiento es clave y se justifican más pruebas de diagnóstico, así que hable con su asesor de salud animal o laboratorio local para obtener asesoramiento. Históricamente, se ha pensado que los WEC tienen una confiabilidad variable en el ganado; sin embargo, ahora se encuentran disponibles pruebas más sensibles que las hacen muy útiles para monitorear la carga de gusanos en su ganado.