Una nueva ola tecnológica irrumpió de lleno en el agro. Desde sensores hasta la incipiente robótica, los desarrollos se multiplican y florecen, pese al "clima inestable".
Así como la aliada y fiel chata, la libreta de anotaciones y la calculadora de bolsillo históricamente acompañaron al ingeniero agrónomo o productor agropecuario en sus recorridas por los campos. Amigos fundamentales para analizar información, recolectar datos y tomar decisiones, su uso puede estar quedando en el camino. Hoy la era digital comienza a imponer sus normas. Aunque con limitaciones, todo lo relacionado con el clima, la siembra, la cosecha, la fertilización, la pulverización y hasta la logística y comercialización pueden ser atendidas con tecnologías.
El INTA ya lo percibe. Según una encuesta reciente, ocho de cada diez productores o asesores usa apps y plataformas de gestión remota de datos a diario en la producción agropecuaria, y solo un 21,8% afirma que no las incorpora como herramientas de decisión.
¿Tiene esto que ver con las Agtech? Sí y no. La tecnología siempre acompañó al agro. No solo eso: definió su evolución. Desde hace 30 años, tecnologías embebidas en insumos, productos o maquinarias como las semillas genéticamente modificadas (GMO), agroquímicos de acción selectiva, la siembra directa, maquinarias más precisas y mejor equipadas tecnológicamente o vacunas para animales han contribuido a aumentar la productividad agrícola y ganadera.
El "paquete tecnológico" fue la base de la "revolución verde", principalmente en la agricultura extensiva (cultivos como soja, maíz o trigo), que permitió a países como Argentina multiplicar sus producciones. Pero, en la actualidad, nos encontramos con un "nuevo paquete tecnológico". Y el nudo principal a desatar reside en mejorar las tecnologías de manejo, es decir, las prácticas agropecuarias tradicionales, para hacerlas más eficientes y rentables.
Las Agtech ocupan ese espacio. Los datos del INTA marcan que un 66,8% de los encuestados adoptó nuevas tecnologías porque mejoraron la eficiencia en sus actividades, incrementando su rentabilidad.
Y un 44,8% entiende que utilizar una aplicación en su celular es fundamental para gestionar información de más de 1.500 hectáreas. ¿Para qué? Para controlar clima, maquinarias en tiempo real, pulverización, siembra, fertilización, cosecha, diferentes tipos de monitoreo y hasta la comercialización de productos.
Lo que hoy hay en Agtech es mucha iniciativa y poca terminación. Por un proceso natural de cómo suceden las cosas. Ha tenido un envión enorme en los últimos cinco años, apoyado por instituciones y empresas privadas, y en algún punto también por el Estado, como la Ley de Emprendedurismo, que permitía la constitución de SAS (Sociedad por Acciones Simplificada), que ahora quieren cambiar.
Sebastián Salvaro, cofundador de la consultora AZ Group y productor agropecuario.
Las tecnologías que ganaron más terreno en adopción son las "de eficiencia". Precisamente, las que van alineadas a gastar menos: "En los últimos tres años, se adoptaron mucho más rápido que en los últimos 20. Y claramente está zonificado. En el norte, NOA y NEA la adopción es más rápida por dos características: una es la edad del productor o empresario, que es más joven; y otra es la extensión de los campos. Si te vas a lugares donde hay campos más chicos, como en el centro de la provincia de Buenos Aires o Entre Ríos, por ejemplo, cuesta un poco más", destaca Salvaro.
Pero ¿cuáles surgen como tendencias último modelo? Salvaro las cataloga como “disruptivas”, y refiere a aquellas tecnologías que tienen que ver con el Big Data, la Inteligencia Artificial o Internet de las Cosas, en primer lugar (aquí se incluyen por ejemplo las aplicaciones selectivas de herbicidas, con un uso ya considerable), u otras que empiezan a surgir basadas en automatización y robótica (todavía incipientes), hasta trazabilidad (blockchain). De estas remarca que su uso aumentó rápidamente a partir de la pandemia, pero que todavía “no está claro cuánto valor están agregando a la actividad productiva”.
Otra clasificación podría ser todo lo relacionado con la automatización y robótica. “En robótica se está avanzando un montón porque se aplicó a niveles muy micro, pero ya lo están llevando a grandes sembradoras. Estamos en los primeros pasos de una pendiente disruptiva”, dice Salvaro.
Por último, otra veta que está surgiendo fuerte, y que los especialistas mencionan, se relaciona con el desarrollo de las foodtech. Seguramente hay un potencial muy grande en la producción de alimentos a base de proteínas vegetales y alternativas y tiene gran relación con toda la nueva tendencia en la alimentación que está habiendo.
Fuente: Forbes Argentina