En su granja, en la frontera entre Herefordshire y Worcestershire, Inglaterra, donde la familia de Alison Capper ha cultivado manzanas y lúpulos durante 58 años, el año tiene un ritmo natural en tiempos normales, que se vio alterado por la aparición del Covid-19 más algún ajuste del movimiento Brexit, que les impactó en sus costos habituales de labores rurales.
Los migrantes del este de Europa suelen llegar en febrero para preparar los huertos, podas de manzanas, labores en el lúpulo, plantación de árboles. Recogen fruta en verano y otoño. En noviembre, ya están de vuelta en casa.
Pero este año, eran difíciles de encontrar, así que la Sra. Capper tuvo que complementar su fuerza de trabajo con los lugareños. Incluso antes de covid-19, el aumento de los ingresos en el país y el Brexit habían dado de baja la opción de contar con los europeos orientales por lo que se sumaron dos variables negativas de alto impacto.
Preocupado por la escasez de mano de obra, el gobierno amplió el plan de trabajadores estacionales —un sistema piloto para permitir que los trabajadores agrícolas no pertenecientes a la EU entraran en Gran Bretaña— de 2.500 a 10.000 en febrero. Rusos, ucranianos y barbadenses llenaron los huecos en los huertos de los lugareños.
El gobierno reaccionó entonces y creó "Pick for Britain" elija un británico, una red de campaña abierta, para conseguir que los ingleses llenaran unas 70.000 vacantes en la recolección de frutas. Una avalancha de interés temprano vio a los británicos representando alrededor del 38% de la fuerza laboral en mayo, pero ahora solo representan una décima parte.
¿Qué pasó?
Se vieron grupos desiguales de estudiantes, obreros de la construcción hasta trabajadores de eventos dedicados a estas tareas básicas, y fue donde los productores llegaron a vislumbrar que usar británicos inexpertos les había causado bajas en su productividad con los problemas en consecuencia.
En dos grandes granjas de frutas blandas en el sureste de Inglaterra, los trabajadores británicos tuvieron una performance de 15,2 kg / 16 kg por hora, en comparación con los 28,1 kg casi habitual de la de los europeos del este.
Escenas del covid-19 que no teníamos en el radar para la mayor cantidad de países en el mundo, que la pandemia nos obliga a realizar ajustes impensados que nos suman mayores costos no previstos.