Hace dos años una mujer acudió al Hospital Público de Puerto Santa Cruz luego de haber sido violada, sin embargo, el director del nosocomio le negó atención asegurando que si el agresor había sido su esposo no se trataba de un delito sexual porque, entre otras cosas "ustedes tienen hijos" en común.
La mujer no recibió atención médica ni psicológica pese a haber sido acompañada por dos funcionarias que también le reprocharon al médico el ejercicio de la violencia institucional que representaba ese rechazo.
El caso terminó en los estrados de la jueza de instrucción, Noelia Ursino. La Jueza lo procesó por incumplimiento de los deberes de funcionario, entendiendo además que el director del hospital público santacruceño se había excedido, al exigirle a la víctima que llevara una constancia de denuncia judicial contra su esposo.
Luego del procesamiento, el director del hospital apeló y el Juzgado de Recursos, subrogado por una funcionaria judicial de Río Gallegos, se tardó dos años en decidir si sostenía o no la medida en su contra.
Finalmente definió dejar en firme el procesamiento contra el médico por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Sin dudas resulta dramático pensar que un funcionario del ámbito de la salud pública pusiera en crisis le relato de una víctima, apañando el ataque sexual contra una mujer, suponiendo que está obligada a satisfacer los deseos sexuales del otro, que puede actuar de manera impune y machista.
Taller para varones violentos
El psicólogo Rubén Fernández, que está a cargo del taller para varones violentos creado a partir de un convenio entre el Tribunal Superior de Justicia y la Secretaría de Derechos Humanos, contó días atrás que éste es uno de los ejes de mayor consulta dentro del espacio. Los varones que acuden suelen mostrarse sorprendidos cuando se les dice que forzar a su pareja para tener relaciones sexuales es delito.
Fuente: http://elespejodiario.com