Este lunes, los padres de los alumnos del Centro Educativo Nuevo Horizonte recibieron la preocupante noticia del cierre sopresivo del instituto, cuando faltan apenas 20 días para el inicio del ciclo lectivo en la Ciudad de Buenos Aires. También para los docentes que trabajaban allí la novedad cayó como un balde agua fría.
Este martes, la comunidad se dio cita en la puerta del colegio, situado en Matheu 1472, en el barrio de San Cristóbal, para exigir explicaciones ante la incertidumbre que genera esta situación, considerando que los chicos, muchos de ellos con discapacidades, se quedaron sin cupo.
“Estamos dispuestos a hacer lo que sea. Para nosotros la opción no es quedarnos sin colegio. Nuestros hijos no son una caja de zapatos, no puede ser que el gobierno le de la responsabilidad a gente así. El colegio no funciona para hacerse millonarios. Los chicos están todos desolados, están en la calle”, dijo a Clarín, María de los Ángeles, una de las madres del colegio.
La queja es una: se trató de una decisión premeditada desde diciembre. El instituto pertenece a Beatriz Montes de Oca, quien dirigió la institución por muchos años hasta cederles el cargo a sus hijos. Fue entonces cuando las cosas empezaron a cambiar.
Rocío, otra de las madres, detalló: “A mediados de julio del año pasado, la señora Beatriz se enfermó y los hijos tomaron la decisión de vender el predio. Laura Ricci, una de las nueras de Beatriz, es directora de primaria y dice que ella no sabía nada, ¿no sabía que iban a dejar a los chicos en la calle?”.
“Nos dijeron que vengamos hoy a las 9 de la mañana a buscar nuestro dinero, cuando venimos no nos dieron explicación, solo un papel que decía ‘firme que no tiene derecho a reclamar nada’, y ahí me dieron la matrícula que pagué el año pasado y después me dijeron ‘chau’”, dice, sobre el aviso vía e-mail que recibieron.
En cuanto a la respuesta que les dieron expresan que simplemente les dijeron que “vendieron el predio” y en una semana el lugar “estará demolido”. “Den gracias que no pusimos un candado y les estamos entregando su plata”, fue la frase con la que quisieron conformarlos. “Mi hija tiene discapacidad, ella está con maestra integradora. Cuando voy a un colegio para anotar a mi hija, les digo que tiene discapacidad y no responden más”, dijo la mujer, preocupada.
Además del dinero, que les devolvieron con frialdad, desinteresados en el reclamo, les dieron una lista con nombres de colegios de la zona para que inscriban a sus hijos, sin embargo, los padres aseguran que “no hay vacante en ninguno de esos lugares”.
“Ellos nos dijeron quédense tranquilos que los van a recibir, pero no reciben ni uno, ni medio, ni un cuarto. Queda uno que no acepta chicos con inclusión y que cobra arriba de 45 mil pesos la cuota”, enfatizó Silvia, otra de las mamás.
En cuanto a los docentes, también se quedaron en la calle. Los profesionales habían propuesto evitar el cierre mediante la organización de cooperativas pero no fueron escuchados. “Hoy mismo les llegó el telegrama de despido, recién se enteraron que no tienen más sueldo, que no alimentan más a sus familias. Hay gente que es sostén de su casa, y no va a poder pagar un lugar para vivir”, dijo María de los Ángeles.
Desde el Ministerio de Educación negaron conocer la situación
“El colegio dice que el Ministerio de Educación no le permitía hasta el 6 de febrero avisar del cierre. Hemos ido en grupo y el Ministerio dice que no estaba enterado de la situación del colegio. Lo cierto es que se quedaron chicos con discapacidad en la calle”, relató una de las madres.
En tanto desde el Ministerio porteño señalaron: “La Escuela Nuevo Horizonte, una institución de gestión privada del barrio de San Cristóbal que recibe 60 % de aporte estatal, decidió cerrar sus puertas. Desde la Dirección General de Educación de Gestión Privada del Ministerio de Educación porteño se está acompañando el proceso administrativo y legal para el cierre de la institución”.
“Asimismo, el equipo de Supervisión se encuentra a disposición de las familias para brindarles información sobre las escuelas de la zona que cuentan con vacantes para recibir a los estudiantes”, dijeron.
La exigencia de los padres se centra en que se les guarde lugar a los chicos para que no pierdan escolaridad este año. “Que nos respalden como padres, para que no le den el poder a cualquiera para poner un colegio, más allá de que sea privado tenemos derechos y sentimientos”, solicitaron. Las familias apuntan a que el colegio no cierre y ya analizan continuar con recurso de amparo para evitarlo.
“No podemos permitir que se cierren los colegios, si ya no podemos educar a nuestros hijos qué nos queda como padres. Cómo les vamos a explicar esta situación, son chicos que necesitan contención emocional y que tienen su grupo de pertenencia, no nos puede pasar esto”, enfatizó María de los Ángeles.